Sabemos que en la actualidad los tipos de interés están en niveles realmente bajos. En Estados Unidos, han comenzado a subir, pero en Europa están en mínimos históricos. ¿Qué factores son los que han llevado a esta situación?
La crisis financiera del año 2008 fue el desencadenante pues llevó a los bancos centrales a tomar una serie de medidas sin precedentes. Precisamente es esto lo que ha diferenciado a esta crisis de otras, la contundencia a la hora de tomar medidas.
Además, como consecuencia de la crisis los precios de las materias primas se desinflaron, había bajo crecimiento y empezamos a tener otra preocupación que era la inflación, que también estuvo en niveles históricamente bajos, y los bancos centrales tuvieron que tomar medidas para estimularla.
No olvidemos también que dentro de estas medidas lo que se hizo fue comprar activos de deuda de forma masiva, y esto lo que hace es incrementar su precio, reduzco su rentabilidad, lo que presiona los tipos a la baja.
¿Qué podemos esperar a partir de ahora? Parece que estamos llegando a un punto de inflexión, ¿no?
Absolutamente, en Estados Unidos ya hemos visto distintas subidas, y en el caso de Europa se espera que lleguen pronto, no van a tardar mucho. Los discursos de los bancos centrales en las últimas reuniones han mostrado un tono más duro, más contundente, que al final no han gustado a todos los inversores lo que ha generado cierta incertidumbre.
Sin embargo, lo que tenemos que pensar es que las subidas de tipos en algún momento tenían que llegar, se tenía que normalizar la política monetaria, y, al final, el hecho de que llegue significa que los bancos centrales están convencidos de que la economía puede funcionar sin estas medidas.
Si analizamos la inflación, por un lado, vemos que cada vez estamos más cerca de los objetivos de los bancos centrales. Y, por el lado del crecimiento, estamos viendo cierta estabilización, y en Europa se espera que se mantenga entre el 1,5% y el 2%. Además, el 2016 se ha visto una situación que hacía 10 años que no sucedía: ha habido mejoras del PIB en todas las economías, incluso Reino Unido.
Si juntamos inflación en objetivos, y crecimiento estable, no tiene mucho sentido seguir aguantando estos tipos de interés en el entorno del 0%.
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¿Cómo habéis afrontado vosotros esta situación de tipos bajos desde Mutuactivos?
Lo que hemos hecho ha sido centrarnos en la renta fija de mayor riesgo, deuda subordinada, principalmente de bancos y aseguradoras, pero también de compañías, y luego en bonos high yield.
Además, hemos reducido sustancialmente la duración, la sensibilidad a tipos de interés, de todas nuestras carteras.
También hemos lanzado un fondo, Mutuafondo Duración Negativa, que está muy corto en duración, preparado para participar de la potencial subida de tipos de interés que estamos esperando.
¿En qué consiste? ¿Qué significa invertir en duración negativa?
Cuando los tipos van a subir, el inversor de renta fija está esperando que el mercado remunere mejor en el futuro. Entonces, los activos que ya tiene en cartera van a valer menos, porque se han comprado peor. En esta situación, tienes tres opciones: esperar sentado en liquidez, inmunizarte (proteger o reducir la sensibilidad a tipos de interés), o tomar una postura más agresiva.
Esta última es la que estamos haciendo nosotros, que es invertir en duración negativa. Esto es, tomando exposición negativa, inversa, a activos que van a verse perjudicados por la subida de tipos de interés, a través de derivados.
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¿Cómo se construye la cartera del fondo?
El fondo tiene dos patas: la larga, que está invertida en bonos de máxima calidad crediticia, principalmente gobierno europeos, agencias, pero también compañías; y la corta, que es la más compleja, tiene exposición a deuda alemana, distintos plazos, y derivados de tipos de interés.
Así, en conjunto, el fondo lo que tiene es una duración negativa de 7,5 años, constante (no se juega con rangos), pero con posicionamiento en la curva. Ahora mismo, en un entorno que está tan intervenido por los bancos centrales, hay ineficiencias, que no son las mismas que habrá en el futuro. Lo que vemos es más una oportunidad en los plazos largos que en los cortos.
Dentro de unos meses, o trimestres, cuando la economía mejore, la inflación sea evidente, probablemente la oportunidad esté en los cortos y tengamos que hacer una gestión activa de este posicionamiento en curva.
Para concluir, no vamos a jugar con el rango de duración, siempre en -7,5 años, pero haremos una gestión activa de la pendiente.
¿Qué esperáis de esta estrategia en los próximos meses?
El movimiento de corrección de tipos ya ha comenzado, cuando Draghi en Portugal lanzó un mensaje, que hizo que el bono alemán se moviera desde el 0,25% hasta el 0,60%. En ese momento, nuestro fondo empezó a dar frutos. Esa subida ya está empezando a pagar a nivel de estrategia, pero no ha terminado.
Nosotros esperamos que a finales de año el bono alemán se vaya a entornos del 0,80%-0,85%, si esto lo comparamos con las previsiones que hay en el mercado de 0,65%, esos 15-20 puntos básicos de diferencia va a aportarnos un extra de rentabilidad a nosotros.
¿En qué medida? Ahí es donde entra en juego el cálculo de la duración de nuestro fondo, pero sin hacerlo muy complejo, ni esperar movimientos en la curva de tipos, creemos que sería una rentabilidad de entre el 1% y el 1,5%. Y esto no acaba ahí, porque el futuro el movimiento seguirá siendo atractivo para nuestro fondo.