- ¿Cómo ha afectado la pandemia del coronavirus a la renta fija?
Con el Covid-19 hemos visto cómo los mercados se han visto impactados, en concreto en renta fija se han visto dudas respecto al repago de las deuda por el efecto de la crisis económica, iliquidez de mercado y valoraciones altas. Todo esto ha hecho que los inversores se refugien en bonos soberanos desarrollados, en detrimento de bonos corporativos de alto rendimiento -‘high yield’- que han llegado a sufrir caídas en precios en torno al 10%. Ante esta situación se ha abierto una ventana para invertir en este tipo de activo, porque en los últimos años no ha habido muchas oportunidades. Es muy importante que no perdamos de vista la perspectiva a largo plazo y el escenario de tipos de interés al 0% o negativo, que ya era una realidad antes del Covid-19 y que con los últimos acontecimientos no ha hecho más que alargarse. Los diferenciales se han ajustado de forma considerable, pero seguimos viendo oportunidades para ser analizadas desde un punto de vista ‘bottom-up’ -de abajo hacia arriba-, puesto que hay grandes posibilidades de que la Reserva Federal controle la curva de tipos en torno a un 40% y que mantenga los tipos de interés negativos. Teniendo en cuenta esto creemos que la renta fija sigue siendo una oportunidad, pero en aquellos activos que son menos arriesgados y que tengan un menor impacto en cuanto al repago de deuda, no tenga una alta valoración y sobre todo que no sean ilíquidos.
- ¿Dentro de la renta fija, en qué tipo de activos os estáis fijando?
En Nordea AM seguimos viendo valor en los activos de renta fija como las cédulas hipotecarias europeas, consideramos que es un activo único al disponer de una doble garantía; la solvencia, la garantía del emisor, y el colateral o el conjunto de préstamos hipotecarios que están detrás dando una garantía extra a esa emisión, normalmente sobrecolaterizados y con un ratio de préstamo-valor -loan to value- del 70% de media. Este instrumento suele tener un rating bastante elevado, y en muchos casos y en algunos tramos llega a ser superior a la deuda gubernamental, por sus características de seguridad.
Las cédulas hipotecarias europeas gozan de una regulación a nivel europeo bastante beneficiosa, ya que la exime de cualquier proceso de recapitalización. De hecho, en 2016 la Comisión Europea le dio un trato preferencial al situar su garantía en el mismo rango que los depósitos hasta 100.000 euros. Por tanto, en caso de quiebra o insolvencia estarían fuera de balance. Se trata del activo más longevo de renta fija con más de 200 años de historia con origen en Dinamarca y no ha sufrido nunca ningún tipo de impago en la historia.
Las cédulas tienen un mercado muy grande, de 1,6 billones de euros y están muy repartidos entre varios países hasta 30 que conforman el universo de inversión de este tipo de activo y un montón de jurisdicción de países no euro, como Escandinavia u otros países siempre que la emisión sea en euros. Es un activo muy seguro, con volumen, con baja volatilidad en estos momentos frente a otros productos en grado de inversión y una baja direccionalidad frente al crédito. Nordea tiene invertido en este tipo de activos 40.000 millones, cuenta con un equipo con experiencia que es capaz de identificar ineficiencias en los mercados con el objetivo de generar rentabilidades atractivas.
- ¿Tienen en Nordea alguna idea de inversión que invierta en esta clase de activo?
Contamos en la casa con un fondo que invierte en covered bonds daneses, centrado en un mercado local y que tiene mucho histórico. En este caso, me gustaría resaltar la gama europe dentro de la cual contamos en la casa con tres fondos. En primer lugar, el que lanzamos en 2010, Nordea 1 - European Covered Bond Fund, que tiene una duración de cinco años. Tiene por un lado el riesgo de tipo de interés, el riesgo de diferenciales, que es donde realmente a través del valor del activo sacamos una oportunidad interesante, y el alfa que generamos gracias a nuestra gestión activa. En el 2017, con el éxito de la estrategia, nos empezaron a demandar algo con una duración más reducida. Lanzamos el mismo fondo con una duración media de un año, aunque el rango se mueve entre 0 y 2 años. Aquí tendríamos la misma exposición al alfa de la estrategia madre, con la misma sensibilidad al crédito, pero con una exposición más reducida a los tipos de interés. Es nuestro Nordea 1 – Low Duration European Covered Bond Fund. A principios de 2019, lanzamos el Nordea 1 - European Covered Opportunity Fund, la última de estas estrategias en la que cogemos el Low Duration European Covered Bond Fund y multiplicamos por dos la evolución de la estrategia: la sensibilidad al crédito y la generación de alfa con un tipo de interés que se mantiene en esos niveles tan reducidos.
- ¿Cómo se han comportado estos fondos en este entorno de mercado frente a los índices de referencia?
En lo que va de año, los fondos han tenido muy buen comportamiento. Nuestro European Covered Bond Fund ha sido capaz de sacarle al índice iBoxx Euro Covered Total Return una rentabilidad consistente, que no es solo objeto de curiosidad de este 2020, sino que lo ha hecho históricamente todos los años. El Low Duration European Covered Bond Fund, el fondo que tiene duración de un año, y por tanto, una idea atractiva para la parte más conservadora de las carteras, también ha generado una rentabilidad bastante atractiva. Por último, el European Covered Opportunity Fund ha cumplido la premisa del Low Duration pero prácticamente apalancado de lo que sería dos. La rentabilidad en esta recuperación desde fatídico momento de corrección de todos los mercados de renta fija del mes de marzo, en el que empezó a haber dudas de la liquidez de todo el universo de renta fija debido a las consecuencias del coronavirus, se ha mantenido bastante estable sus tipos de interés y por tanto, el resto de las rentabilidades que estamos generando son con la estrategia del spread de crédito y la de valor relativo que tanta buena rentabilidad nos da frente a los índices de referencia.
En un mercado revuelto como el actual, las oportunidades de valor relativo cobran más importancia que nunca. Destacar que centrándonos en el European Covered Bond Fund frente a la categoría de Morningstar de los fondos corporativos euro, gubernamentales euro y el high yield euro, en lo que va de año, hemos visto cómo los covered bonds se mantuvieron muy estables con correcciones en torno al 1,5%, para después recuperarlo. Por tanto, se trata de una idea de inversión con menor volatilidad para un entorno incierto de mercado como el actual pero sin renunciar a ese potencial de rentabilidad tan atractivo que estamos viendo en nuestras estrategias.