¿Cuál es su visión del mercado?
Desde Amiral Gestion pensamos que estamos en un entorno complicado e incierto, en el que hay que ser muy cauto y defensivo, intentar ser muy flexible y apostar por la gestión activa. Creo que en renta fija sobre todo identificamos dos principales riesgos a día de hoy. Por un lado, el riesgo de inflación, del que hace algunos meses pensábamos que iba a ser una inflación de corto plazo, pero todos estos cuellos de botella en las cadenas de producción están provocando que sea una inflación más de medio plazo; creemos que es un riesgo a tener en cuenta por cómo puede empujar la curva de tipos sobre todo a la parte de largo plazo. Por otro lado, el segundo riesgo que identificamos es un riesgo de repunte de la tasa de impagos, de los defaults de las compañías. No se han visto del todo las consecuencias de la pandemia y todavía hay muchas compañías que están funcionando por las ayudas de los gobiernos y los bancos centrales, pero pensamos que hay que ser muy cautos y entender muy bien los negocios, ver si son realmente viables, entender bien sus balances, etc. Por eso, a pesar de que estamos invertidos en renta variable a nivel global y en renta fija, nuestra visión es la de ser cautos y selectivos.
¿A qué tienen miedo o qué penalizan los inversores?
Creo que miedo que no es la palabra correcta para usar cuando hablamos de mercados financieros e inversores. Creo que lo que hay que tener es respeto. Una vez los inversores entienden que el mercado puede aportar grandes alegrías y disgustos, creo que el miedo queda un poco en un segundo plano. Entendemos que si un inversor mantiene su visión de largo plazo esos riesgos se minimizan mucho y por lo general siempre va a acabar con rentabilidades positivas. Lo que sí que estamos viendo a nivel de activos penalizados en el mercado, es sobre todo a la renta fija. Los inversores están dejando de lado la renta fija para empezar a apostar por activos ilíquidos, alternativos, liquidez e incluso muchos inversores están pasando lo que tienen en renta fija a renta variable ante la ausencia de rentabilidades en renta fija, algo que nos parece peligroso, porque nosotros pensamos que la renta fija es un activo que está presente en prácticamente las carteras de todos los inversores y más aún en España, y que así debe de seguir siendo, en mayor o menor medida en función de su perfil de riesgo. Pensamos que la renta fija te puede aportar descorrelación en momentos en los que la renta variable no esté funcionando bien, una reducción de volatilidad de las carteras que es siempre muy atractiva en momentos complicados. Y por eso pensamos que, en mayor o menor medida, siempre debe haber renta fija en cartera.
¿Dónde podemos encontrar valor en la renta fija? ¿Emisiones que no son grado de inversión, que directamente no tienen rating, o invertir en obligaciones convertibles en acciones?
Creo que hay una línea que define mucho nuestra filosofía y es que invertimos en las ineficiencias del mercado de renta fija. En un entorno como el actual donde la ausencia de rentabilidades es manifiesta en prácticamente todas las clases de activos de renta fija, lo que estamos haciendo es apostar por nichos muy concretos del mercado donde consideramos que existe una prima de rentabilidad y que además esa rentabilidad se ajusta al riesgo que asumimos en cada emisión. Por eso, por definir algunos bloques donde vemos esas oportunidades, sería por un lado emisiones sin calificación, ese universo que para una gestora como la nuestra es donde mejor podemos demostrar nuestras capacidades. Nosotros aplicamos la política de gestión que hacemos en renta variable, ese stock picking, a la renta fija, es decir, hacemos nuestro análisis interno al detalle de las compañías, independientemente de que haya o no una agencia de calificación detrás. Otra clase de activos serían las primeras emisiones de compañías que suelen venir con una prima de rentabilidad al ser nuevos en el mercado, emisiones de emisores que emiten en divisa distinta de su divisa de origen, en bonos convertibles cuya opción de conversión ya no es ejecutable y apuesta simplemente por la pequeña rentabilidad que te da el bono o la parte de renta fija. Es decir, somos muy selectivos, analizamos emisión a emisión y no tentemos apuestas temáticas o macro.
¿Una idea de inversión de Amiral Gestion en este escenario?
Sextant Bond Picking, que es nuestro fondo de renta fija global flexible. En el actual escenario consideramos que, dada de la ausencia de rentabilidades, lo primero que tiene que tener un fondo en renta fija es flexibilidad y por eso Sextant Bond Picking aplica una flexibilidad total. El fondo puede invertir en cualquier región, cualquier calificación crediticia o en cualquier vencimiento. La idea es que que el equipo de gestión tenga la capacidad de decidir en qué momento u oportunidades debe apostar en base al momento actual. Nosotros somos una gestora que invertimos desde el prisma de "buy and hold", intentamos invertir en emisiones y llevarlas hasta su vencimiento, por eso en el entorno actual identificamos dos riesgos principales: la inflación -y por eso mantenemos duraciones cortas en cartera y un nivel elevado de liquidez-, y el riesgo de crédito por el posible repunte de defaults en el mercado -y por eso tenemos que ser muy cautos y ese riesgo lo minimizamos a través de una análisis fundamental muy exhaustivo de nuestro equipo de gestión-. Por ello, no solo requerimos de esa flexibilidad que nos permite identificar oportunidades en el mercado de renta fija, sino también de un análisis fundamental. Creo que dentro de la gama de fondos de Amiral el que mejor nombre tiene es Sextant Bond Picking, porque define exactamente lo que hace el fondo: aplicar esa filosofía de inversión que aplicamos en nuestros fondos de renta variable, el analizar compañía a compañía, idea a idea, en el universo de renta fija. Además, creo que la labor de los gestores en este entorno de mercado es intentar analizar la viabilidad de dicha compañía: si nosotros invertimos en una compañía con un vencimiento a 3 años a pesar de que no tenga calificación crediticia, entendemos que la capacidad del equipo de analizar esa viabilidad a 3 años y no tener defaults es mucho mayor que si inviertes a 10 o 15 años. Esa suma de factores hace que tengamos una cartera razonablemente expuesta a duraciones cortas pero con bonos que nos aportan una prima de rentabilidades suficientemente atractiva.
¿Dónde está invertido el fondo Sextant Bond Picking? ¿Cómo se compone actualmente su portfolio / sectores, países?
Es un fondo muy flexible, agnóstico en cuanto a seguimiento de índices y su cartera se construye totalmente bottom-up; a medida que los gestores van identificando oportunidades de inversión se va construyendo digamos esa exposición geográfica y sectorial que al final resulta en la cartera del fondo. A día de hoy, es verdad que tenemos algunos sesgos hacia por ejemplo niveles geográficos, muy centrados en Europa, y principalmente en Francia, Bélgica y Alemania, y también tenemos algo de peso en España y Suecia, pero no es tanto que nos gusten los países sino las compañías que tienen su sede social en esos países. Es verdad que Francia tiene un peso importante en la cartera por esa cercanía que tenemos con las compañías pero, en general, tenemos un sesgo muy fuerte hacia Europa, y se debe principalmente a que al tener una cartera muy invertida en emisiones sin rating y en high yield, nos sentimos más cómodos en compañías a las que tenemos un acceso muy claro y tenemos una relación directa con el equipo directivo. Fuera de Europa tenemos algo de peso en Canadá y una exposición muy residual en Brasil. En definitiva, a pesar de ser un fondo flexible a nivel geográfico, estamos muy centrados en Europa.
A nivel sectorial, tenemos apuestas en bienes de consumo, tecnológico, financiero y por último en el sector inmobiliario, que son los principales presentes en cartera. A nivel de idea a idea, que es un poco la filosofía de Sextant Bond Picking, estamos encontrando oportunidades en bonos convertibles que presentan una rentabilidad marginal pero que tiene una opción atractiva por la parte de revalorización de la acción por las buenas valoraciones; por ello, hemos incluido compañías como Ubisoft o Just Eat Takeaway, que son ideas que se han incorporado estos últimos meses y pensamos que por la parte de renta variable por la revalorización de la acción puede aportarnos un buen rendimiento. Por último, hemos incorporado también una pequeña parte de la cartera en bonos ligados a la inflación para protegernos de ese riesgos comentados.
Y es importante destacar la liquidez del fondo, gestionamos activamente la liquidez del fondo; a día de hoy tenemos un 25% de la cartera invertido en tesorería o alternativas a la tesorería, y es una gestión activa. El fondo lleva una rentabilidad en torno al 6% este año.
En este entorno, ¿cómo gestionáis la duración?
A día de hoy estamos muy cautos. La idea es tener una cartera que evite principalmente el riesgo de tipos y de curva, y apostando claramente por el riesgo de crédito. ¿Cómo nos protegemos del riesgo de curva de tipos? Con vencimientos muy cortos; nosotros no tenemos coberturas en las carteras, lo que hacemos es invertir en emisiones que tienen vencimientos cortos (a 1,2 ó 3 años). A día de hoy la duración de la cartera del fondo está en torno a 2,4-2,5 años sin coberturas, y también con ese peso que tenemos en liquidez, que nos permite reducir un poco la duración completa del fondo. La idea es ser cautos. Sí que vemos que la inflación puede ser algo más que transitorio y acelerar el tapering en EEUU y provocar una subida de tipos sobre todo en el largo plazo. No pensamos que los bancos centrales vayan a actuar pero sí que podemos ver movimientos en la curva de tipos, por eso preferimos ser cautos y evitar el riesgo de tipos. Esta estrategia la llevamos aplicando desde el lanzamiento del fondo en 2017 y está funcionando muy bien. El fondo ha terminado todos los años con rentabilidades positivas y el potencial que vemos a día de hoy es que mantenemos una rentabilidad de cartera en torno al 3% con una duración de 2,4 años que está muy equilibrado y el tener un colchón de rentabilidad tan atractivo a día de hoy puede protegernos de posibles movimientos de la curva de tipos.