- Los fondos ESG lograron cerrar 2020 con rentabilidades extraordinarias, sin embargo, en 2021 estas cifras se han moderado ¿A que se creen que se debe esto?
- La realidad es que, en 2020, si comparamos los índices sostenibles con los tradicionales, fue un año en el que, de media, los primeros sacaron cuatro puntos de rentabilidad a los índices genéricos tanto en Norteamérica, en Europa y a nivel global. Este año las cosas no van mal y los datos han mejorado bastante.
Hay que recordar que, las compañías sostenibles tienden a tener un sesgo hacia 'growth' y, desde que se aprobó la primera vacuna noviembre, hay una rotación cíclica muy clara de growth hacia value. Esto ha perjudicado, en un primer momento, a los fondos sostenibles por dicho sesgo que tienen marcado.
Pero, a día de hoy, si miramos rentabilidades están a la par e incluso en algunos mercados los fondos sostenibles están batiendo también cifras. Por ejemplo, el MSCI Europa lleva un 15% y la versión ISR lleva un 17%, es decir, lo hace mejor que el índice general. Si miramos en Norteamérica, ambos índices están en el 22%, a nivel global un 18% y en mercados emergentes también hay una diferencia a favor de los índices sostenibles. El índice MSCI Emerging Markets tradicional esta en un 5,5% y la versión ISR en un 9,5% así que en un entorno de mercado que, en teoría no es tan favorable paras las empresas de crecimiento que suelen ser compañías más sostenibles, las rentabilidades son favorables a estos índices.
Por tanto, somos positivos y pensamos que lo mejor está por llegar ya que hay muchas reformas en mente, planificadas, que van a fortalecer la sostenibilidad en los próximos años.
- ¿Creen que la inversión socialmente responsable pueda generar burbujas o sobrecalentamiento de algunos activos?
- Lo qué hay que tener en mente es que representan un universo de inversión muy grande. Nosotros excluimos aquellas compañías que tienen que ver con armamento, alcohol, tabaco y, si quitamos todas las compañías que eliminamos del MSCI World, que es el indicador más representativo de la bolsa mundial, estamos dejando un 25% a un lado y tenemos un 75% para trabajar.
Aunque dentro de este universo hay compañías más sostenibles que otras, el camino hacia un mundo más sostenible y, por tanto, hay más compañías invertibles. Yo creo que el universo de inversión cada vez más grande con lo cual no podemos decir que estamos en una burbuja ni que se vaya a generar porque sería una burbuja en el mundo en general ya que cada vez hay más compañías sostenibles que forman parte del universo de inversión.
Ahora, sí es cierto que cada vez hay más flujo hacia fondos temáticos o sostenibles que puede provocar que una entidad esté más cara de lo que debería, pero, para eso están los gestores, para analizar las compañías en las que invierte y decidir si son aptas o no para una cartera en función de su precio, pero, consideró que esta burbuja sería más a nivel puntual que a nivel general.
- la industria se está focalizando mucho en los fondos ESG. ¿Cómo hacen ustedes en BMO su selección de acciones o bonos?
- Tenemos una pauta de inversión bastante clara ya que decidimos evitar invertir y mejorar. Por supuesto, como he dicho antes, evitamos las compañías nocivas que contribuyen activamente al mantenimiento del medio ambiente y de la sociedad. También invertimos en entidades que hoy tienen una evolución positiva y quizá el aspecto más interesante es el de mejorar a través del 'engagement' a través del famoso activismo accionarial ya que intentamos tener un diálogo activo y constructivo con las compañías en las que invertimos para que, poco a poco, mejoren sus prácticas y sean más sostenibles.
De esta manera, a largo plazo, estas empresas crecerán más en bolsa. Así que, si juntamos las tres cosas; evitar, invertir y mejorar, es nuestra filosofía y pensamos que tiene mucho sentido en el entorno actual.
Yo opino que el factor clave es el ‘engagement’, es decir, hay que tener un equipo independiente, que no sea el equipo gestor, que se dedique exclusivamente hablar con las compañías con este enfoque activo y, por supuesto, constructivo para que las compañías vayan mejorando poco a poco y que sean cada vez mejores.
- Ustedes también cuentan con una gran experiencia en mercados emergentes. ¿ESG en emergente es una doble oportunidad?
- Hay mucho que hacer en todos los aspectos, tanto en el aspecto medioambiental y social como en el aspecto del modelo corporativo. Sí comparamos los datos de los índices tradicionales con los emergentes vemos que hay diferencias abismales. Por ejemplo, en la huida de carbono, medida en toneladas de CO2, el indicador emergente tiene el doble, es decir, contamina el doble que el índice general.
El hecho de que China se haya comprometido a que para el año 2060 sea una economía en solanáceo de gases con efecto invernadero, es una gran noticia, pero queda mucho camino por recorrer muy largo y arduo, aunque también esto genera oportunidades de inversión para nosotros.
En el aspecto social también hay verdaderos dramas, por ejemplo, con respecto a la incorporación de la mujer al mundo laboral, si en el mundo desarrollado el 25% de los consejos de administración son mujeres, en el mundo emergente tan solo el 11%, es decir, hay un claro camino que recorrer en el mundo emergente para que la mujer en el mundo laboral y países como India son un mercado clave para que esto ocurra.
También, continuando para el ámbito social, en los temas de alimentación y de salud el mercado emergente está muy por detrás y en el covid ha quedado claro que el mundo desarrollado ha salido mucho antes y se ha vacunado mucho más rápido.
Todo ello todavía en el mundo emergente tiene mucho camino que recorrer, por tanto, sí es un reto, pero, también es una oportunidad de inversión muy clara y nuestro foco está ahí, en aquellas compañías que pueden ayudar a sus mercados a transicionar de una economía basada en combustibles fósiles a una economía cada vez más verde y, por supuesto, aquellas entidades que ayudan en temas de alimentación y de sector financiero para hacerles cada vez más desarrollados. Entonces, yo creo que hay mucha oportunidad, pero, evidentemente esos mercados tienen volatilidad y hay que ir con calma.