Arranca el mandato de Trump, con todos expectantes a lo que pueda llevar a cabo sobre tres ejes: aranceles, deportaciones y desregulación. ¿En qué medida afectarán a los mercados?
Creo que el mandato de Donald Trump tendrá un impacto positivo debido a que los miembros de su gabinete, al igual que él, tienen una marcada inclinación hacia políticas promercado. Es probable que las bolsas se vean beneficiadas, aunque algunos sectores podrían resultar más favorecidos que otros. En general, su enfoque es claramente promercado. No obstante, un aspecto preocupante es que algunas de las medidas que pueda implementar Trump podrían provocar un aumento significativo en el rendimiento del bono a 10 años, que actualmente se sitúa alrededor del 5%. Esto podría afectar negativamente a las bolsas, ya que un diferencial tan amplio entre el bono alemán y el estadounidense podría incentivar una mayor inversión en renta fija, disminuyendo el atractivo de las acciones. A pesar de este riesgo, considero que las políticas de Donald Trump seguirán siendo favorables para los mercados, beneficiando especialmente a ciertos sectores, lo que augura un buen año para las bolsas.
También ha hablado sobre el sector defensa y la necesidad de que los países aumenten su gasto militar. ¿Cree que puede ser una apuesta de futuro?
Estoy convencido de que el sector defensa será uno de los grandes ganadores durante el segundo mandato de Donald Trump. Es importante destacar que Trump ya ha expresado su intención de que los países inviertan, como mínimo, el 2% del PIB en defensa, e incluso ha mencionado la posibilidad de elevarlo al 5%. Esta política favorecerá notablemente a muchas compañías europeas del sector. Sin embargo, dado que estas empresas europeas no podrán suministrar todo el material necesario para satisfacer la creciente demanda, las compañías norteamericanas también se verán claramente beneficiadas. Entre las principales beneficiarias estarán firmas como General Dynamics y Lockheed Martin, que podrían experimentar un incremento significativo en su valor, del orden del 20% al 30%.
Además, uno de los últimos anuncios de Trump, relacionado con Groenlandia, también refuerza esta tendencia. Dinamarca, que es responsable de la defensa de Groenlandia, no está en condiciones de protegerla adecuadamente. Esto deja dos posibles caminos: vender Groenlandia a Estados Unidos, lo que parece improbable, o incrementar su gasto en defensa, un esfuerzo que también deberá asumir la Unión Europea en general. En este contexto, las políticas de Trump seguirán impulsando la inversión en defensa y fortaleciendo a las compañías del sector.
¿Qué compañías europeas cree que pueden liderar en defensa?
Compañías como Leonardo e Indra, especializadas en áreas de guías de mantenimiento o geolocalización, tienen el potencial de liderar el sector defensa. Airbus es otra compañía que podría desempeñar un papel destacado en este contexto. Hay muchas empresas que podrían beneficiarse significativamente, ya que Europa, sin duda, buscará que una parte considerable de ese paquete de inversión se quede dentro de la región. Sin embargo, es cierto que algunas líneas de negocio específicas no están completamente desarrolladas en nuestra industria, lo que nos obligará a recurrir a proveedores externos para cubrir esas necesidades. En general, creo que hay suficiente negocio para todos. Lo importante es entender que la inversión en defensa no debe percibirse como un gasto, sino como una apuesta estratégica. Aunque esos fondos podrían destinarse a otros sectores, todo apunta a que Donald Trump logrará imponer su visión, y veremos un aumento significativo en el gasto en defensa por parte de varios países.
Más allá de este sector de defensa, ¿dónde está viendo valor?
Veo un gran potencial, especialmente en el sector tecnológico. Hay empresas en este ámbito que podrían destacar notablemente, ya sea en el área de inteligencia artificial generativa o en el sector biotecnológico. Compañías como NVIDIA, Lam Research o Sartorius, entre otras relacionadas con la tecnología, tienen el potencial de hacerlo excepcionalmente bien. En mi opinión, estas empresas son las grandes ganadoras a largo plazo. Aunque es cierto que han experimentado algunos retrocesos hacia finales de este año, principalmente debido a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, donde ambas naciones están investigando a compañías del otro país, considero que su proyección es muy positiva. A medio y largo plazo, estas empresas tienen todas las condiciones para consolidarse como líderes en sus respectivos sectores.