Con la llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos, parece que se confirma un cambio de patrón global en la necesidad de impulsar las energías renovables en un intento por descarbonizar las economías. ¿Es esta una tendencia imparable?
Claramente sí lo es. No es un cambio de patrón global, que ya se había dado pero un país tan importante como Estados Unidos se había excluido de esto. Con la llegada de Joe Biden, EEUU se suma a 193 países que alcanzan este acuerdo para 2030 de reducción de emisiones de CO2, se firmó en la ONU con 17 objetivos.  Donald Trump decidió no seguirlo saliéndose del protocolo de Kioto y los Acuerdos de París y lo que ha hecho Biden ha sido sumarse de nuevo.

¿Han calculado cuáles son las necesidades de inversión para conseguir estos propósitos? Será necesario mucho dinero privado y público, ¿verdad?

Sí, se calcula que entre 5-7 trillones se tienen que invertir anualmente hasta el año 2030. El Banco Mundial calcula que en los próximos 15 años se invertirán otros 90 trillones adicionales y además es importante aclarar que no es una inversión en plan subvención sino que cada dólar que se invierta, según el Banco Mundial, producirá cuatro. Es decir, es una inversión que producirá desarrollo económico. Además, hay un nuevo informe sobre economía climática que se hizo en 2018  con unas estimaciones conservadoras en cuanto a beneficios de 26 trillones de dólares. Y además, para poder hacer la descarbonización se estima que se podrían crear 65 millones de empleos. 

Ustedes, de hecho, tienen un fondo que invierte en empresas que apuestan por este tipo de tecnología, verdad, el Vontobel Fund- Clean Technology. ¿En qué invierte exactamente?

Hay un acuerdo de la ONU que habla de los 17 objetivos desarrollo sostenible. Nosotros nos hemos centrado en seis de ellos porque no todos pueden tener un impacto económico ni contener un regreso económico según se invierte. Estos son: limpieza y canalización de agua, energías alternativas, bienes industriales no contaminantes, movilidad alternativa, recuperación de aguas y  basuras para crear un mundo más limpio y eficiencia energética en todos los edificios. 

¿Cuál es la filosofía de inversión del fondo? 

Con todos estos puntos que he descrito, la filosofía se centran en comprar compañías que se puedan beneficiar de ellos. Si tengo una compañía que es líder en materiales para crear edificios inteligentes y eficientes probablemente esa compañía sea más demandada a la hora de construir edificios o casas. Llevará una mayor venta y por tanto, mayores beneficios. Si invierto en una compañía líder en creación de baterías para una movilidad más limpia y que tengan más longevidad estarán más demandadas y, por tanto, tendrán mayores ventas y beneficios para los accionistas. Además de esto lo que podemos hacer es contribuir de manera palpable a la mejora del planeta con nuestras propias inversiones. 

Este vehículo ofrece a los inversores la posibilidad de calcular su impacto en términos, por ejemplo, de ahorro de toneladas de Co2, ¿verdad?

Sí, de hecho hace dos años hicimos una calculadora para poder medir exactamente según la inversión qué aportas en la mejora del mundo. Son cálculos reales porque en todas las compañías  en las que invertimos las pedimos información sobre cómo impacta su política en el mundo. Con esos datos calculamos sobre cada millón de euros invertido. Como puntos a destacar,  si invirtiera un millón de euros en este  fondo, podríamos ahorrar 123 toneladas de basuras con lo que estaríamos limpiando la basura de 252 personas cada año. Además estaríamos ahorrando 110 toneladas de CO2 que sería anular todo el consumo de 66 coches circulando 24 horas al día. Y por último, crearíamos 74.751 KW de energía que  proveería de energías limpias a 47 personas por año. Todo esto se puede medir de una forma palpable. 


¿Nos puede decir algunas de las compañías por las que apuestan?
Una podría ser Vestas, que en 2019 ¡mediante las instalaciones de servicios tuvo un beneficio de 12,2 billones de euros y la capacidad de creación de energía para los clientes fueron de 12.844 KW. Suez es una compañía de limpieza y distribución de  aguas en el mundo y tuvo un beneficio de 12 millones de euros  que llegó en un 40% de limpieza de agua, 41% de temas medioambientales y el 20% del servicio de distribución de aguas.  Una tercera es JR East que es el mayor empresa de trenes rápidos en Japón que tuvo 1,8 billones de yenes de beneficios en 2018 y operó con 700 MW de energía eléctrica y limpia ahorrando 16,2 trillones de toneladas de CO2 en el 2020. Tres ejemplos de compañías que trabajan sobre 3 de los 6 puntos sobre los que trabajamos en los ODS.