La crisis del coronavirus ha llegado sin avisar. ¿Podríamos decir que las empresas que han abordado su proceso de transformación están mejor preparadas que el resto?

Sin duda, aquellas compañías que de forma previa a esta crisis en la que estamos inmersos diseñaron su plan de transformación digital y pusieron en marcha diferentes actuaciones para contar con una infraestructura tecnológica y un modo de trabajar ágil, han estado mejor preparadas y han resuelto de una forma mas eficiente y eficaz su capacidad para pasar prácticamente de la noche al día a un formato de trabajo en el que el 100% de sus trabajadores han estado trabajando en casa con la conectividad, seguridad e infraestructura necesarias. Estas empresas han adaptado su planificación y sus canales de comercialización a un entorno online donde han visto multiplicados sus pedidos y su demanda.

Estamos, sin duda, ante una circunstancia en la que aquellos responsables que vieron esa necesidad de abordar un proceso de profunda digitalización y transformación han podido resolver de una forma más eficiente este cambio. Desde el otro lado, muchas compañías se han dado cuentas de que sus sistemas y planes de transformación no estaban todo lo adaptados posible a un tipo de situación tan inesperada como esta. Y también creo que está sirviendo para comenzar un conjunto de lecciones aprendidas y debilidades identificadas que van a posibilitar que en los próximos meses estas compañías tomen acciones y modifiquen su hoja de ruta desde una perspectiva digital para estar adaptadas a cualquier tipo de imprevisto.

¿Cómo sería para usted el proceso de transformación digital ideal?

El primer punto es aprovechar toda las vivencias sufridas en este período para construir e identificar perfectamente cuales son sus debilidades y aprovechar esta situación por el Covid como un modo de diagnóstico claro del punto de partida en el que se encuentra nuestra compañía. A partir de ahí, lo que debemos hacer es profundizar en esas debilidades e iniciativas que van a ser necesarias mejorar y donde mayor foco hay que poner, y de ese modo poder construir un plan de actuación que evidentemente está adaptado adaptado a la casuística de la empresa y totalmente alineado con la estrategia global de la compañía. Pero sobre todo debe ser lo más ágil, flexible, cooperativo y participativo posible, de forma que al final podamos displegar una estrategia que facilite que nuestra compañía pueda prestar servicio desde cualquier punto y bajo cualquier condición y sobre todo lleguemos a alcanzar esa transformación desde una perspectivas de poder comercializar y aprovechar al máximo el conjunto de canales online a los que puede tener acceso mi compañía. Y, finalmente, desde esa perspectiva transformadora, hay que aprovechar este momento para hacer una profunda reflexión estratégica y poder adaptar nuestros servicios a ese nuevo entorno digital con un usuario que ha incrementado su número de horas y consumo digital y que está mucho más habituado a tracciones a través de sus canales digitales, y así sacar partido de este momento de crisis.

¿Qué elementos o tecnologías abarcaría a nivel empresa?

Como plan y también como elemento estratégico la tecnología va a jugar un rol totalmente trasversal y va a ser la base para cualquier tipo de iniciativa. Por tanto, las tecnologías habilitadoras y soluciones tecnológicas a las que una empresa va tener que prestar atención van a ser muy diversas en cuanto a la complejidad y evolución futura que pueda tener esa empresa. Sin duda, un componente de especial necesidad es el entorno cloud -que nos permite facilite el trabajo desde cualquier punto exterior a nuestra empresa- con el componente de ciberseguridad asociado.

Plataformas colaborativas, aspectos de visión para monitorización de acceso a nuestros espacios, incorporación de nuevas formas de interacción con nuestros clientes, etc., son otro tipo de tecnologías innovadoras a las que habrá que prestar atención. Pero además de las tecnologías, lo que ha puestos sobre la mesa el Covid son todas las iniciativas vinculadas a la propia gestión del cambio, a la adaptación de la compañía para trabajar de un modo más flexible, con metodologías ágiles donde podemos facilitar que los equipos trabajen de forma remota, y donde el propio desarrollo de la estrategia ayude a impulsar la capacidad de generación de innovación e interaprendizaje dentro de la compañía.

¿A qué parte de las empresas engloba un proceso de transformación digital? ¿Y qué elementos son los más importantes dentro de estos procesos de cambio que estamos comentando?

Cuando hablamos del proceso de transformación digital se asocia hacia lo que puede ser la imagen exterior de la compañía, la relación con el cliente o consumidor al que se está vendiendo un producto o servicio. Esa sin duda es el área en la que mayoritariamente se ha puesto el foco, pero hay otras áreas que juegan un rol muy importante en esa capacidad transformadora de la compañía. A nivel interno, todo lo relacionado con la excelencia operativa y productiva y todas las iniciativas que ayuden a la hiperautomatización de los procesos, a una digitalización global de todo el sistema interno de gestión, juega un rol esencial. Aspectos muy vinculados a la propia capacidad y competencia de todo el personal para adaptase a cualquier tipo de solución; es decir, gran parte del éxito de la propia gestión del cambio vinculada a ese poder transformador de la tecnología, va a radicar en ese componente de adaptación del personal de la compañía. En este sentido, muchas veces no somos conscientes de que el proceso transformador no viene únicamente del ámbito tecnológico sino también del producido por las personas y su capacidad de adaptarse a esas nuevas soluciones.

 

Actualmente Izertis está gestionando la Oficina de Transformación Digital de empresas privadas o públicas como la Autoridad Portuaria de Gijón, ¿qué papel juega una oficina de este tipo en un proceso de TD de una empresa?

Izertis tiene una amplia experiencia trabajando en el desarrollo y diseño de planes de transformación digital en el sector público y privado. En el sector público, el ejemplo de la Autoridad Portuaria de Gijón es un plan ambicioso en cuanto a la capacidad de inversión y el diseño del conjunto de actuaciones vinculadas al que podemos denominar "smart port 4.0". Está claro que es necesario diseñar el plan y partir de un análisis de la compañía, pero nuestro rol como responsable de la transformación digital es desplegar y acelerar ese proceso transformador. Una vez que nosotros diseñamos el plan y el conjunto de actuaciones a desarrollar en un tiempo, en muchas ocasiones las compañías necesitan del apoyo de ese agente externo para acelerar, incentivar e impulsar el conjunto de actuaciones que están dentro de esa iniciativa. En el caso de la Autoridad Portuaria de Gijón, con la administración pública, el despliegue de esa tipología de planes exige importantes esfuerzos de todo el proceso de licitación y adjudicación de los diferentes proveedores que van a ser responsables del plan, y es ahí precisamente donde Izertis puede ayudar impulsando y acelerando el procedimiento. Además, en paralelo a ese proceso de licitación y adjudicación de los diferentes proyectos tecnológicos que están dentro del plan, hay que ayudar al personal de la autoridad portuaria a favorecer y adaptar a ese nuevo modo de trabajo más ágil y con competencias digitales para obtener el éxito de cada una de las iniciativas que formar parte de ese plan.

¿Qué otros proyectos de consultoría de transformación digital está llevando a cabo Izertis?

En el ámbito privado estamos inmersos en este momento en la definición del plan de transformación digital e innovación de Capsa Food (Central Lechara Asturiana), un proyecto muy ambicioso en el que el componente diferencial es incrementar la capacidad despliegue de proyectos de innovación tecnológica de Capsa Food y avanzar hacia el concepto de industria 4.0 de una forma más ágil.  Para Izertis en un orgullo colaborar con una compañía que es líder indiscutible en su mercado y sobre todo por poder plantear un servicio estratégico que va a ser muy útil y necesario para facilitar el despliegue de tecnologías habilitadoras como blockchain, aspectos de visión por computador, capacidad analítica avanzada, sistemas de predicción, etc., que son cuestiones que van a aumentar sin duda la capacidad competitiva de la compañía