Trump dijo que impondría aranceles a Brasil y Argentina, debido a la devaluación masiva de sus monedas en ambos países, aunque tanto Brasil como Argentina, han estado tratando de fortalecer sus respectivas monedas frente al dólar durante los últimos meses.
Trump también amenazó con implementar nuevas tasas sobre una amplia gama de productos europeos después de que la Organización Mundial del Comercio (OMC) impugnase las reclamaciones de los subsidios a Airbus. Además, dijo que podría aplicar aranceles de hasta el 100% a las importaciones de productos franceses por valor de 2.400 millones de dólares, en reacción a la imposición de Francia de la tasa Google, ya que perjudicaría a las empresas tecnológicas estadounidenses.
Por otro lado, China dijo este lunes que no permitirá a los buques y aviones militares estadounidenses visitar Hong Kong, y también anunció sanciones contra varias organizaciones no gubernamentales estadounidenses por alentar a los manifestantes a participar en actos extremistas y violentos.
Esta reacción de China al proyecto de ley que firmó la semana pasada Donald Trump sobre Hong Kong, avivó los temores de que el próximo 15 de diciembre entren en vigor los nuevos aranceles sobre productos chinos, y que pueda retrasar o acabar con la firma del acuerdo comercial de “fase uno”.
Mientras iban conociéndose estas desalentadoras noticias sobre el comercio internacional se publicaron los datos de actividad de las fábricas estadounidenses y reflejaron una caída hasta los 48,1 puntos, frente a los 49,2 esperados. Este indicador clave para la fortaleza de la economía descendía por cuarto mes consecutivo en noviembre y empeoró aún más el estado de ánimo de los inversores.
El PMI de manufacturas también aumento las expectativas de nuevos recortes en los tipos de interés por parte de la Reserva Federal, un entorno de bajos tipos de interés es bajista para el dólar y limita los avances de la moneda estadounidense frente a otras divisas. El próximo viernes se liberan los datos de empleo de noviembre de EEUU, una lectura más débil de lo esperado aumentaría las posibilidades de que la Fed rebaje las tasas y añadiría más presión al dólar.
Los mercados de acciones reaccionaron a las amenazas de Trump con una fuerte presión vendedora y el dólar se depreció frente a la mayoría de divisas. El índice dólar estaba estableciendo mínimos y máximos crecientes desde hace seis semanas, durante los últimos días parecía que iba a marcar un nuevo máximo y que podría dirigirse hacia los máximos del año, pero se dio la vuelta y se está acercando al soporte de los 97,50 puntos. Esta zona está funcionando como clavicular de un posible patrón chartista de cambio de tendencia en forma de doble techo.
En el gráfico diario, cortesía de ActivTrades, observamos que si valida la figura chartista perforando el soporte de los 97,50 ya no hay referencias de soporte hasta los 97 puntos, donde se ubica el suelo del rango lateral de los últimos seis meses. Técnicamente, la ruptura de este nivel implicaría un cambio en la tendencia alcista que ha mantenido el dólar desde principios de 2018 hasta ahora, si se confirmarse un cambio de dirección en la tendencia de largo plazo podría aumentar considerablemente la presión bajista sobre el dólar.