- ¿Cómo están viendo el mercado en este arranque de año y que estimaciones macro tienen?
Lo estamos viendo un poco más complicado de lo que prevíamos al comienzo de año y ya preveíamos un año agitado. Sabíamos que los bancos centrales se iban a retirar, que las rentabilidades del 2021 era muy difícil que se mantuvieran porque fue excepcional y que el nerviosismo de los inversores era alto porque las valoraciones de las compañías están elevadísimas y porque sabían que era un año de ajuste. Las perspectivas económicas eran positivas, lo que sería el segundo gran año de la recuperación dentro de un período de cuatro a cinco años en el que las economías volverían a recuperar poco a poco el valor de 2019. En resumen, iba a ser un año de ajuste más feo que el anterior pero moderadamente positivo y en el que existían riesgos como la inflación. El mayor riesgo que prevíamos es que la inflación se quedase por encima de lo esperado por el conjunto de factores que hacían que la inflación hubiera subido, un poco de semiconductores, logística y transportes, ómicron que impedía que las cadenas de suministro se ajustarán de manera correcta… Una nube de factores que hiciera que la inflación se quedase arriba. Teníamos la geopolítica en el listado de riesgos, digamos en una segunda división pero en una versión más ligera de lo que nos hemos encontrado: tensiones entre China y Taiwán, Rusia y Ucrania que contribuyera a esa inestabilidad de los mercados que ya estábamos contemplando, ese era el paquete para el que estábamos preparados. El que nos hemos encontrado es mucho más intenso, mucho más intenso y eso implica que nos tenemos que sentar a revisar el impacto en el crecimiento económico, en los bancos centrales y en los mercados y aún es todavía demasiado pronto para entender cuál es el alcance. Estamos en fase de rediseño.
- ¿Qué activos y regiones sobreponderan en renta variable? ¿Qué activos creen que habría que evitar tener en cartera?
Creemos en la inversión como algo estructural, a largo plazo y que no debería modificarse con frecuencia en función de los eventos de mercado y de la geopolítica. Creemos que una cartera bien diseñada te permite navegar por escenarios muy diferentes. Ahora, evidentemente, parece que es un momento para evitar Europa y los sectores que están más expuestos al ciclo económico como la banca. No olvidemos que tanto Europa como la banca eran la región y el sector favorito del mercado hace sólo unas semanas. Nos sabemos la teoría pero evitamos hacer los mínimos cambios posibles a nuestra cartera.
- ¿Qué recomendación hacen para los clientes con perfiles más conservadores?
Dentro de los perfiles conservadores hay muchos niveles, desde los perfiles más extremos, personas que se acercan ahora por primera vez al mundo de la bolsa y lo vive con mucha reticencia y cuando han empezado a sonar rumores de peligro se sale de la bolsa y quizá es lo que mejor pueda hacer en este momento porque requiere una cierta familiarización y una educación para estar cómodo en períodos como este y por tanto no está mal que se salgan ahora y esperan un poco hasta que la situación se calme. Luego tenemos los conservadores que tienen algo de experiencia, son conservadores porque quizá se van a jubilar pronto y porque se conocen mejor y quizá no quieren meter más riesgo a su cartera. Estos si tienen la cartera bien diseñada, que para mi es el elemento central que es un período que se tiene que hacer con cariño, con tiempo e introspección y que se tiene que hacer en períodos de normalidad, no de exuberancia ni de tensión. Si este inversor conservador tiene la cartera bien diseñada entonces no tendrá que hacer nada porque tendrá en cartera un componente de activo refugio, tendrá petróleo que funciona muy bien en eventos geopolíticos aunque no en las pandemias, tendrá oro que te protege frente a la inflación y eventos extremos como los que estamos viendo y tendrá bonos que tienen una rentabilidad pobrísima pero sirven de amortiguación para choques como los actuales. Los activos refugio clásicos, que es como siempre se han diseñado las carteras desde Markowitz en los años 50, están funcionando bien, no estamos viendo un cataclismo, una cosa que no hubiéramos visto antes. Si tienes la cartera bien diseñada estos activos te están protegiendo y cubriendo las espaldas, pero si tu cartera se está yendo muy abajo eso significa que la cartera no estaba bien diseñada y el ejercicio debería ser espera un poco y siéntate cuando estés más calmado para rediseñar esa cartera. Un inversor conservador tendría que hacer poco en este momento, quizá el año pasado que la bolsa subió un 25% su retorno se hubiera quedado en un 10% o un 15% por esos elementos de protección y en este momento no debería estar cayendo un 8% como lo hace la bolsa mundial si no un 1% o un 2% e incluso podría estar en positivo si tiene mucho oro y petróleo.
- ¿Y para los perfiles más dinámicos?
Un inversor dinámico realmente familiarizado con el mercado no necesita que le den consejos, igualmente que el conservador va a vender todo y lo va a dejar en liquidez. El inversor dinámico agresivo que ve la inversión como un período a largo plazo se enfrenta a estos períodos preguntándose, ¿va a estar el mundo mejor dentro de diez años o no? Posiblemente sí, porque esto pasará en tres meses o seis meses y si la respuesta es sí, tienes que seguir invirtiendo. Si tienes las gafas puestas del largo plazo ves este período como una oportunidad porque los precios han caído, tu puedes comprar lo mismo que querías ayer a un precio más razonable… Hace unos meses con los perfiles más dinámicos teníamos un problema es que nos trasladaban que creían en la macroeconomía pero los precios de las acciones se habían disparado en EEUU, sobre todo. De repente, han corregido un 10% o un 15%, si tienes esas gafas de largo plazo tienes acceso al mercado a precios razonables por fin, es el momento de hacer la compra.
El inversor que está en medio, entre el conservador y el agresivo, intentamos contarle cómo ve el mundo el inversor agresivo: esto es una carrera de largo plazo, es muy difícil que ocurra algo que no ha ocurrido con anterioridad y esto es la evidencia histórica que tenemos. Nunca tenemos garantía de lo que va a pasar en bolsa, pero tenemos mucha experiencia de eventos similares. Si puedes aguantar ahora está volatilidad entiende que este es un período en el que comprar puede suponer ganancias adicionales para tu futuro. Una de las ventajas de la bolsa respecto a comprarte un piso o para los más avanzados invertir en capital riesgo, en infraestructuras es que la bolsa te da liquidez. Si no estás cómodo en 24 horas tienes tu dinero en la cuenta corriente.
- Comenta que el mercado está penalizando más a los bancos y a Europa, ¿dónde ve oportunidades?
La apuesta de ING es mantenerse invertido en todo y mirar a largo plazo. La apuesta del mercado ahora mismo son empresas de defensa que van a vivir un estímulo de varios años transformando la industria europea, energía que ya ha dejado de ser una apuesta por el ciclo y es una apuesta para protegerse de la tensión geopolítica e infraestructuras porque habrá que reconstruir lo que se está destruyendo y a nivel geográfico todo lo que no es Europa. Se da la oportunidad de invertir a la vez en EEUU y en emergentes, que son productos que normalmente están en partes opuestas. Esa sería una apuesta táctica, nuestra visión es tranquilidad, invertir en todo, diversificación y largo plazo.
- ¿Qué visión tiene una firma como ING del Ibex 35 y de la bolsa española en general?
El Ibex 35 y la bolsa española no tiene de malo o bueno de por sí. Nosotros lo vemos como un elemento que ha pesado de forma negativa en nuestros clientes al acercarse al mundo de la inversión. El sesgo doméstico, es decir, el hecho de que los inversores de un país inviertan en las acciones de las compañías del propio país porque están familiarizados con ellas es algo que ocurre a nivel mundial. El 95% de los ahorros de los inversores rusos están en la bolsa rusa, ese dato se repite en Australia, en Alemania, en Países Bajos… España no es excepcional. Los inversores españoles invierten de manera desproporcionada en la bolsa nacional, que supone un 1,5% en la bolsa mundial. Tienes aquí tu trabajo, tienes tus ahorros, tu vivienda y coges tu dinero líquido y lo inviertes aquí, en el mismo mercado. Esto no tiene sentido desde un punto de vista de la gestión del riesgo, tendría más sentido diversificar, invertir ese dinero en otras dinámicas de modo que si ocurre algo en tu país el resto queda protegido, aislado de ello. Creemos que lo que tiene sentido para el inversor medio español es reducir exposición al mercado español y por eso diseñamos productos que permiten hacer eso, sin costes de transacción, a través de un click, productos indexados y diversificados… que invierten en miles de empresas y geografías, que mantienen el peso de la inversión en España a lo que realmente pesa España en la bolsa mundial que es el 1,5%.