¿Cómo está siendo 2024 a nivel de flujos para la gestión pasiva? ¿Y para BNP Paribas AM?

Cuando estamos prácticamente en el último trimestre de 2024, durante los ocho primeros meses del año, a nivel europeo, han habido unos flujos en gestión pasiva de alrededor 136.000 millones de euros y la novedad de este año, comparado con 2023, es que durante el periodo de verano habitualmente hay una menor actividad y, sin embargo, este ejercicio ha habido casi 17.000 millones de euros de entradas en cada uno de los meses de junio, julio y agosto. Esto supone alrededor de 50.000 millones en tres meses en los que la media de años anteriores no estaba por encima de los 30.000. Es decir, vamos hacia un nuevo año récord de flujos en Europa a nivel de gestión pasiva.

En cuanto a BNP, a junio superamos los 50.000 millones bajo gestión, una cifra bastante respetable. Los flujos, principalmente, se han visto en renta variable norteamericana -por encima de los 2.000 millones de entradas netas- y después también en crédito europeo corporativo y gobierno.

¿Qué activos están captando más interés?

De los 136.000 millones de euros en flujos en gestión pasión de 2024, alrededor de 100.000 (el 75%) han entrado en productos de renta variable, que sigue siendo el activo que tira de los flujos, mientras que los 35.000 restantes han sido prácticamente entradas en renta fija. Finalmente, alrededor del 14% de estos flujos han entrado en productos sostenibles artículo 8 o artículo 9 del SFDR, pero es cierto que hay una diferenciación y mientras que en renta fija alrededor del 30% de entradas ha sido en productos sostenibles en renta variable sólo ha sido alrededor del 9%. La situación del mercado y el momentum que tiene la renta variable empujan a que esto haya sido así y esperamos que siga siendo de esta manera.

¿Hacia dónde deberían mirar los inversores en un escenario de tipos de interés a la baja?

Durante todo el año hemos estado debatiendo cuando comenzaría el ciclo de bajadas de tipos por parte de los bancos centrales, y ya ha ocurrido. Ahora las expectativas se centran en cuál va a ser la intensidad de las mismas en lo que queda de año. Respecto a las siguientes bajadas de tipos, creemos que habrá entre una y dos bajadas adicionales tanto en Europa como en Estados Unidos y este escenario puede ser muy favorable para la renta variable y fija. En renta variable, el foco está en el abaratamiento del coste de endeudamiento de las compañías, por lo que todas aquellas que estén más endeudadas pueden beneficiarse de este ciclo bajista de tipos. En renta fija depende un poco de las expectativas de mayores o menores recortes en lo que queda de año. Obviamente estamos en un escenario con tipos positivos, un contexto muy diferente al que ha habido en los últimos 10 años, por lo que la renta fija es un tipo de activo muy atractivo por los tipos existentes y la bajada de tasas puede ayudar a dar una rentabilidad extra. Hemos visto que mayores duraciones durante el año no han sido muy positivas porque los tipos se han mantenido más o menos estables e incluso han repuntado, pero desde el inicio de la bajada de tipos aquellos activos con mayor duración han salido mucho más beneficiados, con rentabilidades más positivas, y a principios de año una duración inferior ha sido bastante interesante para el inversor medio.

¿Qué estrategias pasivas están funcionando mejor y por qué?

De los 100.000 millones que han entrado en renta variable casi el 75%, es decir, 75.000 millones, han entrado en dos tipos de estrategias: en renta variable norteamericana alrededor de 38.000 millones y en renta variable global alrededor de 37.000 millones. Esto supone más de la mitad de todos los flujos en ETFs sólo en dos alocaciones, algo muy interesante porque viene de un momentum bastante positivo en 2023-2024 con rentabilidades de los mercados de doble dígito. Los clientes siguen apreciando esta capacidad de generar rendimiento en el largo plazo de la renta variable. En renta fija ha habido dos activos principales que han sido los que han atraído la atención: la renta fija gubernamental que ha traído alrededor del 12% de los flujos y la renta fija corporativa en la que en BNP Paribas AM estamos bastante positivos.

¿Para un inversor conservador cuál podría ser la mejor manera de ganar exposición a la gestión pasiva, que mercado/s y tipo de estrategia?

Construir una cesta de ETF o de fondos índices según la preferencia del inversor siempre es una buena idea porque básicamente las características del producto hacen que tengas un control de costes muy interesante y que después tengas una liquidez y una transparencia de los activos en los que inviertes que va a ser uno de los puntos fuertes de este tipo de gestión. En una cartera tradicional 60-40 en la que podríamos posicionar alrededor del 60% del peso en renta fija y el 40% en renta variable, podríamos hacer una distribución del 60% de renta fija invirtiendo en deuda gubernamental americana y europea, modulando el nivel de duración dependiendo de las expectativas que tenga cada inversor sobre el ciclo de bajada de tipos -para un inversor conservador una duración menor va a ser relevante-. En cuanto al 40% en renta variable somos bastante positivos en sectores como tecnología y real estate, que se pueden ver muy beneficiados de la bajada de tipos, y algo menos positivos en la parte de utilities y de consumo cíclico, por aquello de que quizá podamos ver recesión o un aterrizaje suave de la economía en los próximos años. Una cartera de 60-40 dentro del marco de inversiones líquidas teniendo en cuenta que hay otros otros tipos de inversiones como las inversiones ilíquidas que el inversor final puede tener en su cartera.