Los índices bursátiles se mueven al compás de las noticias acerca del conflicto con Ucrania. En las últimas sesiones Wall Street cerraba al alza. ¿Cree que, de solventarse el conflicto geopolítico, los inversores continuarán por la senda del optimismo, olvidándose un poco del constante cisne negro de la inflación?
Ahora mismo el conflicto de Ucrania es uno de los focos que más está moviendo el mercado a corto plazo, pero la inflación es el mayor riesgo a tener en cuenta, incluso aunque Rusia invadiese Ucrania, porque de ocurrir esto último la mayor consecuencia serían solo sanciones económicas. Lo que preocupa a todo el mundo es que la inflación sigue disparada, que los bancos centrales se van a tener que mover este año de manera fuerte y que la liquidez y balance de la Fed se van a reducir, con lo cual menos dinero que va a haber en la economía y en los mercados, y eso debería derivar en aumentos de volatilidad. Siempre que ha habido subidas de tipos de interés el mercado o se ha mantenido lateral o ha corregido, nunca ha subido, con lo cual esto también habrá que tenerlo muy presente de cara al futuro.
De momento, en Wall Street, el S&P500 no ha sido capaz de superar la resistencia de 4.600 puntos, y mientras no lo supere la predisposición es más bajista que alcista. Si superase los 4.600 superaríamos el 61,8% de Fibonacci de todo el tramo anterior y ya estaríamos un poco más tranquilos, pero la verdad es que la situación este año va a ser muy diferente a la que tuvimos el año pasado.
¿Cómo cree que influirán las actas de la Fed en las bolsas europeas?
Según las actas de la Fed, se espera que haya subida de tipos de interés, pero no se sabe cuánto y cómo exactamente. Creo que la Fed se está fijando en qué puede hacer el petróleo, si hay ese acuerdo con Irán podríamos ver que se toman un descanso las subidas en los precios del petróleo y calmar algo la inflación en el futuro. Pero de momento en Europa lo que tendríamos sería un rango lateral; no se han perdido los mínimos del rango que estarían en los 4.000 puntos en el EURO STOXX 50 y mientras se mantenga por encima no pasa nada, pero también cierto que se mantiene por debajo de las medias de medio y largo plazo, con lo cual la clave estaría en que superase los 4.260 por arriba o si pierde los 4.000 por abajo. A partir de ahí ya sí que podríamos tener una tendencia más clara porque ahora mismo siguen estando laterales.
El Ibex 35 no logra remontar los 9.000 puntos que dejó atrás en noviembre a pesar que el componente value le debería ayudar a repuntar, ¿qué le falta entonces?
El IBEX 35 lleva en tendencia bajista desde mayo de 2017. Es cierto que después de las caídas fuertes que tuvimos en febrero y marzo del año pasado se ha recuperado, pero no ha sido capaz en ningún momento de romper esa directriz que viene en los máximos decrecientes. Lo que le falta al Ibex es que se calme un poco el tema de Ucrania porque podría animar a las compañías del sector turístico que, junto con el bancario, podrían conseguir hacer que se termine de romper la zona de 9.000-9.015 que sería la clave para futuro. Mientras no veamos eso, y aunque es cierto que el value está ganado terreno al growth, poco se puede hacer. Además, si nos fijamos en los últimos 3 meses por ejemplo en EEUU el único sector que ha subido ha sido el petróleo. En España tenemos bancos pero no tenemos el sector del petróleo más allá de Repsol, con lo que le quizás le haga falta un poco más de claridad al mercado para saber si la banca lo va a poder hacer bien. Si se pone punto y final al conflicto de Rusia y Ucrania y suben los tipos de interés, eso será muy positivo para la banca, pero si el conflicto va a más las sanciones podrían ir hacia Rusia y el sector financiero, en cuanto que no se puedan hacer transferencias bancarias y eso puede afectar a algunos bancos en Europa. Por ello, cautela.
Repsol ha presentado cuentas. ¿Cómo las ha visto?
Las cuentas han sido muy positivas. Repsol vuelve a resultados previos a la pandemia. Ha más que doblado beneficios y también ha reducido deuda. Además, el sector lo está haciendo muy bien. Repsol es ahora mismo otro de los activos que pueden hacerlo realmente bien a medida que los precios del petróleo se mantenga altos y a medida que la inflación siga estando elevada.
Fuera de la renta variable, el bitcoin trata de reestructurarse al alza. Con la mirada puesta en los máximos históricos de noviembre del año pasado, ¿cuáles son las resistencias clave que habría de alcanzar hasta llegar a esos máximos?
En el Bitcoin, tenemos una resistencia clave en los 45.800 que sería, en caso de romper ese nivel podría activar un hombro-cabeza-hombro invertido y, a partir de ahí, sí que podríamos ser más optimistas. De momento, es cierto que lo podría beneficiar a las criptomonedas es una regulación para este 2022 que permita que haya más claridad y optimismo en cuanto al las criptos. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que es un sector tecnológico y la subida de tipos de interés y el conflicto de Ucrania no le beneficia. Estamos pendientes de ver si es capaz de reestructurarse al alza definitivamente y que el mercado vuelva a confinar en que las criptomonedas pueden hacerlo bien este año. De momento, 45.800 puntos, y en caso de romperlo tendríamos los 47.757 y luego ya el objetivo de hombro-cabeza-hombro tendría los 52.050 y después los 57.900, pero hay que ir paso a paso porque todavía tiene muchas resistencias por el camino.