Según el análisis de Gavekal Research y Tilly Zhang, los logros de DS deben contextualizarse. Aunque ha optimizado el uso de chips antiguos con la arquitectura "Mezcla de Expertos", su desarrollo ha requerido una inversión mucho mayor de la que se publicita. No obstante, su innovación en software podría representar una ventaja competitiva importante.
El informe "DeepSeek FAQ" de Ben Thomson plantea preguntas clave: ¿Está DS liderando? A pesar de sus avances, OpenAI sigue mostrando modelos con mejor razonamiento. Entonces, ¿por qué el revuelo? La sorpresa proviene de la capacidad de China para desafiar a los laboratorios estadounidenses, los bajos costos de entrenamiento y el desarrollo de tecnología a pesar de restricciones en la exportación de chips.
El impacto de estas noticias es significativo para las Big Tech, en particular para los fabricantes de semiconductores como NVIDIA . Esta compañía mantiene una ventaja clave con su lenguaje CUDA, exclusivo para sus chips, y su capacidad de integrar múltiples GPUs (las unidades de procesamiento de gráficos de centros de datos son aceleradores que habilitan y mejoran tecnologías como la IA virtual) para potenciar la IA. Sin embargo, el avance de DS podría afectar su dominio.
Desde el punto de vista empresarial, tres factores siguen favoreciendo a Nvidia:
1. Aunque DS ha encontrado formas más eficientes de utilizar la computación, esto no elimina la necesidad de mayor capacidad de procesamiento.
2. Un menor costo de inferencia puede incrementar el uso de la IA, como señaló Satya Nadella, CEO de Microsoft, refiriéndose a la "Paradoja de Jevons"1 .
3. Modelos avanzados como R1 y o1 dependen en gran medida de más poder de cómputo para mejorar su rendimiento.
Entre las grandes tecnológicas, Microsoft se beneficiaría al reducir costos en centros de datos y GPUs, mientras que Apple podría aprovechar la reducción de requerimientos de memoria. Meta también saldría ganando, ya que menores costos de inferencia facilitarían su estrategia de liderazgo en IA. Por otro lado, Google parece ser el más vulnerable, ya que menores costos podrían facilitar la aparición de productos que desafíen su buscador, afectando su posición dominante.
En conclusión, el futuro de la IA y su impacto en la industria sigue siendo incierto. A corto plazo, la irrupción de DS genera preocupación y pone en entredicho las ventajas competitivas de las tecnológicas estadounidenses. No obstante, la historia demuestra que la evolución tecnológica tiende a mejorar la productividad y reducir costos, beneficiando a la economía y a los usuarios. La IA, lejos de ser un fenómeno aislado, parece ser solo una parte de un proceso más amplio, en el que otras innovaciones, como la computación cuántica, podrían jugar un papel crucial en el futuro. Desde luego las tecnológicas siguen teniendo su espacio en las carteras de inversión, aunque no es oro todo lo que reluce, analizar bien los fundamentales, el momento de entrada y una gestión activa son más necesarias que nunca en este contexto, los ganadores no están tan claros en esta carrera tecnológica y vendrán más sorpresas debido a la vertiginosa innovación del sector.