La principal razón de este movimiento suele ser que determinadas compañías con un precio por acción al alcance de pocos bolsillos quieran facilitar la entrada de pequeños inversores. También se usa como medida para aumentar el número total de acciones y así facilitar el fraccionamiento de la empresa, como medida de seguridad para dificultar la entrada o el control de un accionista no deseado en la empresa.
Cabe recordar que un split tiene un efecto neutro sobre la capitalización de la compañía, que no cambia, ya que incrementa el número de acciones, pero reduce el precio unitario en la misma proporción.
Pero, ¿ha habido anteriormente otros splits?
La respuesta es sí. Y algunas de las más recientes han permitido, precisamente, que el precio más reducido indujera a la entrada de un mayor número de inversores. Veamos algunos ejemplos:
Apple (agosto de 2020)
La compañía de Cupertino realizó un split del 4:1. Tras las correcciones iniciales de principios de año por la pandemia, las tecnológicas aprovecharon la entrada masiva de inversores en el mercado para hacer más fácil la negociación de sus acciones. Apple pasó de cotizar en 499,2$ a 124,8$ y en la primera jornada con el nuevo precio vio claramente incrementada la negociación (y por lo tanto la liquidez) y alcanzó una revalorización del 5,17% al cierre de la sesión posterior.
Tesla (agosto de 2020)
El mismo día que Apple, Elon Musk realizó el primer split de la compañía de vehículos eléctricos con una relación de 5:1. En un contexto donde pocas compañías habían alcanzado un precio superior a 1.000$, alcanzando los 2.213,4$ como fue en el caso de Tesla, el precio unitario se redujo a 442,68$ tras el split. Tal fue el atractivo que en la sesión posterior con el nuevo precio Tesla se revalorizó por encima del 12%. El ejemplo de Tesla es uno de los más evidentes de cómo un precio elevado de cotización es una de las mayores barreras de entrada para los inversores minoristas con una capacidad limitada de capital.
Nvidia (julio de 2021)
La tecnológica de tarjetas gráficas, componentes informáticos y de servicios en la nube también aprovechó esta herramienta para incrementar la negociación en vísperas de la presentación de resultados del segundo trimestre fiscal de 2021. Redujo el precio de la acción con una relación 4:1, desde los 751,2$ a los 187,8$. En la actualidad, Nvidia cotiza plano respecto al precio del split, habiendo alcanzado en su máximo histórico en 346.47$ una revalorización del 84,48%.
En estos casos se hace evidente cómo el contexto de la pandemia ha sido un escenario “ideal” para los splits de acciones. Ante una expectativa de menor renta disponible o de un escenario económico negativo, muchas cotizadas con un precio elevado han podido solucionar esta barrera de entrada mediante un mecanismo que permite hacer el precio más accesible (además del resto de ventajas anteriormente comentadas).
Además de estos splits, ¿hay otras operaciones similares a la vista?
La respuesta también es que sí. De hecho, los inversores están a la expectativa de los splits de Shopify (el 29 de junio) y el de Alphabet (el 18 de julio), las operaciones más esperadas.
Alphabet - matriz de Google (18 de julio)
Con una capitalización de mercado de 1,5 billones de dólares (1,5$ Trillion) espera que su split de 20:1 tenga un efecto en el mercado similar al observado en 2020 el de Tesla. Alphabet, una de las pocas acciones de mega capitalización de Wall Street, ha generado ingresos constantes de doble dígito también en el beneficio por acción durante la última década. Sus acciones (GOOGL.US) han tenido un rendimiento de aproximadamente el 150% en los últimos cinco años, superando con creces el rendimiento total de un 80% del S&P 500 para el mismo período.
Este split se aprobó en junta de accionistas el pasado 1 de junio, sumándose además a un nuevo programa de recompra de acciones, con el que planea recomprar hasta 70.000 millones de dólares adicionales de sus propias acciones. Con un precio por acción similar al de Amazon tras su split (2.336,41$), con una relación de 20:1 el precio para Alzpahbet el próximo 18 de julio sería de unos 117$ por acción.
Shopify (29 de junio)
La empresa proporciona una infraestructura para la venta a través de Internet esencial para los minoristas que buscan generar ventas en línea con o sin inventario propio. Su plataforma permite a los comerciantes mostrar, administrar y vender productos a través de varios canales de venta, incluidos escaparates web y móviles, y respaldar el procesamiento y cumplimiento de pedidos, la gestión de inventario, el procesamiento de pagos y la creación de relaciones con los clientes. En un intento por expandir sus servicios de cumplimiento y competir de manera más efectiva contra Amazon, Shopify dijo a principios de mayo que comprará Deliverr, una empresa emergente con sede en San Francisco que se especializa en tecnologías para construir redes de cumplimiento. El acuerdo en efectivo y acciones está valorado en 2.100 millones de dólares. Además, Shopify también se está asociando con la plataforma de pago digital Strike para aceptar pagos de Bitcoin en su red.
La cotizada, que fue muy demandada por los inversores durante la pandemia y tiene un valor de mercado superior a los 40.000 millones de dólares, realizará un split de sus acciones con una relación de 10:1 el próximo 29 de junio. Si bien el precio reciente en los 360$ no es una barrera de entrada excesiva, el nuevo precio estimado a 36$ por acción también tendría un efecto de atracción importante entre los minoristas.
Por lo tanto, el mercado de las grandes capitalizadas va a seguir la estela de sus predecesoras en estas operaciones corporativas que descuentan, al menos, dos cosas. Por un lado, que probablemente estemos a las puertas de un empeoramiento de las condiciones económicas, principalmente para los inversores y consumidores. Y, por otro, que un menor precio de compra de grandes cotizadas es un gran reclamo para atraer nuevos inversores.