Lo más destacable de este proceso hasta el momento es que el demócrata Joe Biden saca algo de ventaja a Donald Trump, pero esto es algo que puede cambiar conforme avanza la campaña. Por eso merece la pena tener en cuenta varias pistas que arroja la encuesta de Pew Research Center y que pueden ayudarnos a entender qué factores merece la pena monitorizar y cómo pueden influir en el resultado final de los comicios del día 3 de noviembre.
1. Biden tiene una base de apoyo más amplia entre los votantes, mientras que el apoyo explícito a Trump es mucho más fuerte. Sin embargo, ambos comparten un porcentaje casi idéntico entre sus partidarios que afirman que seguramente votarán por su candidato en las elecciones presidenciales (84% en el caso de Biden, 85% cuando hablamos de seguidores de Trump). Esto refleja el grado de polarización y partidismo del electorado estadounidense.
2. También hay que tener en cuenta que para los partidarios de Biden, la oposición a Trump es, con mucho, la razón más repetida entre aquellos que lo apoyan. Sin embargo, los partidarios de Trump citan una amplia gama de razones. Esto ayuda a explicar por qué Biden disfruta de tal certeza entre sus votantes incluso cuando no lo apoyan con fuerza: preferir a cualquiera antes que a Trump.
3. Una mayoría considerable de los votantes registrados (79%) dice que la economía será muy importante en su decisión de voto; un porcentaje menor considera que la atención sanitaria (68%), los nombramientos en la Corte Suprema (64%) y el brote de coronavirus (62%) son temas muy importantes. Los partidarios de Trump citan abrumadoramente la economía como un tema muy importante (88%), mientras que una gran mayoría de los partidarios de Biden destacan que la atención sanitaria (84%) y el brote de coronavirus (82%) son muy importantes para su voto. El actual presidente puede usar el fuerte ritmo de creación de empleo para apuntalar la idea de que es él quien está reconstruyendo la economía. Lo que queda por ver es hasta qué punto los votantes culparán a Trump por el hecho de que las tasas de desempleo son elevadas si se comparan con las de hace un año o lo alaban por que son más bajas que hace unos meses. En otras palabras, ¿consideran los votantes que la pandemia es un choque externo ante el que Trump tuvo que reaccionar o le culpan de presidir este shock laboral?
4. Desde un punto de vista demográfico, mientras que Biden cuenta con más apoyo entre las mujeres, los votantes negros, hispanos y asiáticos americanos, Trump obtiene más seguidores entre los votantes de mayor edad y con menos formación. Aunque las divisiones demográficas son similares a las de 2016, vale la pena tener en cuenta que la proporción de votantes no blancos frente a los votantes blancos ha aumentado. La campaña de Biden se centrará sin duda en el registro y movilización de dichos votantes.
5. Por último, la mayoría de los votantes registrados que apoyan a Trump o se inclinan por apoyarlo, prefieren votar en persona en las elecciones presidenciales (80%) y sólo el 17% optan por votar por correo. Por el contrario, la mayoría de los votantes que apoyan o se inclinan por apoyar a Biden dicen que prefieren votar por correo en las elecciones presidenciales (58%). Esto sugiere que, a menos que sea una victoria aplastante, probablemente no sabremos en la noche de las elecciones quién ha ganado porque los votos por correo tardan en contarse. Los frecuentes comentarios del presidente sobre el fraude del voto por correo son una señal de cómo podría tratar de desacreditar los resultados. Esto crea el riesgo real de que Trump afirme que ha ganado antes de la confirmación posterior de que Biden ganó, una vez que se cuenten los votos por correo. Esto daría lugar a un período de incertidumbre, caos partidario y mediático y a una potencial desconfianza entre los votantes, pero lo más probable es que no resulte en una verdadera crisis constitucional prolongada o en que Trump se niegue con éxito a abandonar la Casa Blanca.