Caixabank ha pagado a Mapfre 570,8 millones de euros por la ruptura del acuerdo de seguros que en su día había suscrito Bankia (ahora integrada en CaixaBank) con la aseguradora, según informaron ayer ambas compañías a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
La solución supone satisfacer 323,7 millones por la compra del 51% de Bankia Vida que tenía Mapfre y abonar una compensación de 247,1 millones por terminar el acuerdo para vender seguros en oficinas de Bankia. La suma total podrá subir 52 millones en función de lo que determine un arbitraje al que ambas partes han aceptado someterse. Además, la aseguradora señala sentirse disconforme con la valoración de Bankia Vida que hizo un experto independiente y dice que emprenderá acciones legales.
Pero Mapfre disiente con ese valor asignado a Bankia Vida. El motivo del descontento es la valoración de Bankia Vida que realizó un experto independiente, la firma Oliver Wyman. Mapfre considera que el valor de mercado ronda los 715 millones, en lugar de los menos de 600 millones que se determinaron, y por ello anuncia que "ejercerá las acciones legales pertinentes". Estas en principio se dirigirían contra la firma de valoraciones, "por incumplimiento de las instrucciones contenidas en el encargo" para determinar el valor del negocio. Fuentes de la aseguradora precisaron que la valoración se hizo con criterios, a su juicio, "no habituales". Estos no contemplaban los beneficios futuros que pudieran generar pólizas actuales. Mapfre se plantea incluso demandar a Oliver Wyman.
A eso se une el arbitraje que ambas compañías han acordado, ya que Mapfre no solo disiente de la valoración, sino también de la forma de determinar la compensación que le correspondía. Esta se ha calculado como un 110% del valor de mercado del negocio afectado, pero la aseguradora cree que debería ser un 120%. Será un laudo arbitral el que señale si CaixaBank debe pagar también esos 10 puntos de diferencia, que equivalen a 52 millones.
Según explica Victoria Torre, de Singular Bank, que a Mapfre no le ha gustado nada esa valoración pero tampoco al mercado. Esa falta de entendimiento y la decisión de recurrir al arbitraje tiene una repercusión para los inversores, porque Mapfre había anunciado que si se alcanzaba un determinado nivel de plusvalía, volvería a los niveles de dividendo previos a la pandemia.
"Recordemos que Mapfre es una compañía generosa con sus accionistas", apunta la experta, "y esto retrasaría estos planes, vamos a ver si finalmente el arbitraje le da la razón a Mapfre y se puede elevar esa valoración", explica.