Bitcoin continúa mostrando señales de estancamiento, con su precio moviéndose dentro de un canal comprendido entre los 90.000 y los 108.000 dólares. En este contexto, la zona de los 92.000 dólares se establece como un soporte clave, mientras que los 97.000 dólares actúan como una importante zona de control. Cabe destacar que, en este momento, existe una cierta desconexión con el Nasdaq. Con ello, el sentimiento inversor sigue dominado por el miedo, reflejándose en un volumen bajo de operaciones, incluso en los ETFs.
En este sentido, Oriol Blanch, de Bitvavo, señala que "desde mediados de enero hemos observado una caída en los volúmenes de operaciones, principalmente por la caída de los precios. Bitcoin se encuentra actualmente en un rango lateral, lo que genera incertidumbre en los inversores. A pesar de esto, algunos activos como XRP y BNB han mostrado subidas, lo que ha permitido que ciertos tokens mantengan un volumen de operaciones más elevado".
En cuanto a sus previsiones, Blanch apunta que "en este momento, el mercado está pasando por una fase de reacumulación o redistribución. Creo que es probable que, si se mantiene la inflación o incluso si ésta aumenta, Bitcoin podría desempeñar su función como refugio contra la inflación, lo que impulsaría el precio al alza. No obstante, si el precio rompe hacia abajo, esto sería una señal preocupante para todo el ecosistema cripto. Por lo tanto, es crucial seguir de cerca los niveles clave para entender hacia dónde podría dirigirse el mercado".
Por otro lado, iniciativas como la propuesta de Javier Milei con su criptomoneda, aunque han contribuido a dar visibilidad al ecosistema, podría tener efectos a largo plazo. Desde un punto de vista político, la aparición de tokens relacionados con la propuesta de Milei ha generado dudas en el mercado. Aunque la propuesta inicial del proyecto parecía positiva, la retirada de liquidez por parte de los creadores del token ha levantado preocupaciones sobre la transparencia, lo cual es fundamental para la confianza de los inversores.
Por otro lado, a pesar de la falta de grandes movimientos en el precio, se observan avances en ciertos lugares, como Texas, que podría influir en la adopción institucional. Sin embargo, todavía hay cierto recelo y el inversor retail se muestra cauteloso, y el volumen de los ETFs también ha disminuido.
En cuanto al ecosistema de altcoins, algunas como XRP y BNB han experimentado subidas recientes, mientras que proyectos como pNetwork están afectando negativamente la confianza de las comunidades. Solana, por su parte, ha perdido algo de protagonismo frente a Binance Smart Chain, que está ganando tracción entre los creadores de tokens.
En definitiva, y a pesar de los escándalos en algunos proyectos, el ecosistema sigue evolucionando y, en el futuro, es probable que estas situaciones contribuyan a una mayor regulación y generación de valor a largo plazo.