En primer lugar, la posible inflexión en los beneficios hacia mediados de año. Seguramente luego vendrán dos trimestres difíciles en ingresos debido a la recesión, el impacto de la inflación en los costes y el mayor gasto por intereses a causa de las subidas de tipos.
En segundo lugar, la volatilidad que podríamos ver en China a corto plazo a medida que los inversores digieren el resultado del pasado Congreso del Partido comunista. Sin embargo, “esperamos un rebote si la política de Covid cero se suaviza a los largo del año y la inversión de las autoridades en determinados sectores empieza a dejarse sentir”.
Y por último, seguiremos de cerca la región de ASEAN, sobre todo India e Indonesia , “donde esperamos un impulso al crecimiento económico gracias a los precios de las materias primas y unas tendencias demográficas muy favorables”.