Fecha de creación
Indica la antigüedad del fondo. Un fondo con varios años de trayectoria permite evaluar su comportamiento en distintos ciclos de mercado.

Tamaño del fondo
Refleja el volumen de activos gestionados. Fondos demasiado pequeños pueden tener problemas de liquidez, mientras que fondos muy grandes pueden ver limitada su capacidad de generar rentabilidad en estrategias más ágiles.

Divisa
La moneda en la que está denominado el fondo puede afectar la rentabilidad si no se cubre el riesgo cambiario, especialmente si el inversor opera en una divisa diferente.

Categoría
Define si el fondo es de renta variable, renta fija, mixto, alternativo, etc. Esto ayuda a comprender el perfil de riesgo y las expectativas de rentabilidad.

Tipos de inversión (growth, value, blend, etc.)
Determina el estilo de inversión del fondo. Un fondo growth se centra en empresas con alto potencial de crecimiento, mientras que un value busca compañías infravaloradas con potencial de revalorización.

Rentabilidad
Muestra el desempeño del fondo en distintos periodos. Es clave analizar la rentabilidad anualizada a largo plazo para evitar sesgos por fluctuaciones temporales.

Volatilidad
Indica la variabilidad de los retornos del fondo. Cuanto mayor es la volatilidad, mayor es el riesgo asumido, pero también la posibilidad de obtener mayores retornos.

Número de posiciones
Refleja el grado de diversificación del fondo. Un fondo muy concentrado en pocas posiciones puede tener más riesgo, mientras que uno con demasiadas posiciones podría diluir el impacto de sus mejores ideas.

Concentración del Top 10
Indica cuánto del capital está invertido en las 10 principales posiciones del fondo. Una alta concentración implica mayor dependencia de pocos activos, lo que aumenta el riesgo.

PER medio de la cartera
Mide la relación precio-beneficio de las empresas en cartera. Un PER alto indica expectativas de crecimiento, mientras que un PER bajo sugiere inversiones en empresas infravaloradas.

Gastos y comisiones
Costes como la comisión de gestión, suscripción y éxito pueden reducir significativamente la rentabilidad del fondo a largo plazo.

Categoría y estrategia
Define el enfoque del fondo dentro de su categoría (por ejemplo, renta variable europea, renta fija corporativa, mixto defensivo, etc.), lo que permite compararlo con opciones similares.

Comparativas con benchmark
Evaluar si el fondo supera su índice de referencia ayuda a determinar si la gestión activa está aportando valor o si sería mejor optar por un fondo pasivo.

Horizonte temporal y riesgos
Algunos fondos requieren un horizonte de inversión más largo para maximizar sus beneficios. Además, es importante analizar factores de riesgo como liquidez, tipos de interés o riesgo geopolítico.

Diversificación (geográfica y sectorial)
Un fondo bien diversificado reduce el riesgo específico de un país o sector, distribuyendo las inversiones en diferentes regiones e industrias.

Ratio de Sharpe
Relaciona la rentabilidad del fondo con su riesgo. Un Sharpe alto indica que el fondo ha generado retornos atractivos en comparación con su volatilidad.

Máximo Drawdown
Mide la mayor caída desde un pico hasta el punto más bajo antes de la recuperación. Permite evaluar la resistencia del fondo en momentos de crisis.

R cuadrado (R²)
Indica cuánto del comportamiento del fondo se explica por su índice de referencia. Un valor alto sugiere que el fondo sigue de cerca su benchmark, mientras que un valor bajo implica una gestión más independiente.

Alpha
Representa el rendimiento adicional que ha logrado el fondo respecto a su benchmark, ajustado por riesgo. Un alpha positivo indica que el fondo ha generado valor sobre su índice de referencia.

Beta
Mide la sensibilidad del fondo en relación con el mercado. Una beta mayor que 1 indica que el fondo se mueve más que el mercado, mientras que una beta menor que 1 sugiere menor volatilidad relativa.