Existe un gran debate sobre China tras ser testigos de la campaña de Xi Jinping “sacudiendo” sector tras sector. Los recientes cambios regulatorios que afectan al sector de la tecnología, incluida la introducción de límites a los videojuegos para menores, han pesado sobre la confianza de los inversores que ven como mercados de valores cercanos al chino van acumulando rentabilidades de doble dígito, cuando el chino palidece. India, su acérrimo competidor en crecimiento, Japón o Australia en incluso el S&P 500 siguen apuntando a máximos. Sin embargo, en los últimos 10 días el Hang Seng ya se anota rentabilidades positivas superiores al 3,1%. ¿será momento de comenzar a tomar posiciones? Puede ser…aunque no podemos predecir el futuro.
Se observa en los gráficos siguientes el comportamiento negativo de los principales índices de valores chinos, con el índice SSE 50 es el índice bursátil de la Bolsa de Valores de Shanghai, que representa a las 50 principales compañías por capitalización cayendo más de 10% en lo que va del año, pero que en la última semana (y a diferencia de las caídas generalizadas de otros índices bursátiles) subió cerca del 2,4%.
Las caídas que ha tenido el mercado parecen justificadas, ya que hemos podido comprobar el giro que ha dado a un entorno normativo mucho más estricto y riguroso. Pero el ajuste que ha recibido han “desinflado” la burbuja en valoraciones en sectores como los tecnológico, inmobiliario e incluso educación. Pero además de ese impacto regulatorio y que podría explicar en gran medida la caída del mercado, también lo explican el alto precio de las materias primas, la escasez de chips, una serie de medidas para reducir las emisiones de carbono, así como las graves inundaciones en Henan y el cierre parcial del segundo puerto de contenedores más grande de China se combinaron para para deprimir la actividad, influir en el crecimiento de las ventas minoristas y la producción de las fábricas.
Aunque los nuevos datos publicados recientemente pueden sugieren el despertar del dragón chino. Las exportaciones aumentaron más de una cuarta parte en agosto en comparación con el mismo mes de 2020, acelerando desde una ganancia interanual del 19,6% en julio. Las importaciones también aumentaron rápidamente y fueron un tercio más que el año pasado.
Reflejo de la fuerte demanda de China, el incrementó en el precio de referencia de carbón de septiembre fijado por el Ministerio de Energía de Indonesia en 150,03 dólares por tonelada, frente a los 130,99 dólares de agosto, ya que Indonesia es el mayor exportador mundial de carbón térmico.
Después de recortar la cantidad que los bancos tienen que mantener en reserva para los préstamos que otorgaron en julio, el Banco Central de China señaló el mes pasado que está listo para aliviar las condiciones crediticias en algunas áreas específicas de la economía si es necesario. Aunque si la economía continúa generando avances similares a los que vimos en agosto, es posible que no sea necesario.
De cualquier manera, los últimos datos son un buen augurio para los mercados bursátiles chinos que, después de seis mediocres meses, cotizan a tan solo 14x beneficios del 2022 en comparación con las 22x a que cotiza América del Norte. Cabe recordar, que el gobierno chino tiene como objetivo un crecimiento de más del 6% en 2021.
A pesar de voces en contra de invertir en este mercado, como la de George Soros, hay otras tantas a favor de invertir en esta segunda gran economía. Entre ellos, el mítico gestor de renta variable emergente Mark Mobius, también el fundador del mayor hedge fund Ray Dalio, entre otros, y que a diferencia de Soros si que tienen exposición actualmente en el tercer mayor mercado de renta variable y segundo mayor mercado de renta fija.
No obstante, es aconsejable que los inversores sean conscientes de los contratiempos tanto regulatorios, corporativos y ESG a los que se enfrentan al invertir en este mercado, pero también cabe recordar un axioma financiero “a mayor riesgo, mayor rentabilidad”. Los extranjeros que se aventuran a invertir ahí saben de la pelea geopolítica entre China y otros países, el fantasma de que EE.UU. elimine a las empresas chinas de las bolsas estadounidenses, el hecho de que no es una prioridad para china cuidar el bienestar del capital extranjero o la infinidad de prohibiciones/restricciones anunciadas por Xi Jinping recientemente para “construir una generación más joven y patriótica” restringiendo los videojuegos y clubes de fans de celebridades del Pop.
De ahí la importancia que cuando se tome la decisión de invertir se haga de la mano de gestores familiarizados con todos estos riesgos y también con las ventajas de tener un pie (o dos) en el terreno. Varias gestoras con un equipo basado en el país, que ofrecen fondos de inversión fondos de inversión, entre ello Fidelity, Eurizon, Allianz GI, JPMorgan, Schroders, Inverco, UBS . . .
Jaime Raga, Responsable de relación con clientes de UBS AM Iberia comenta “ a largo plazo, nuestras estrategias han triplicado la rentabilidad del índice. Centrándome en 2015, cuando vimos una situación de burbuja similar en la que el mercado subió y bajó de forma bastante pronunciada, nuestra estrategia también subió bruscamente, pero bajó mucho menos que el mercado, y después de 2015, el mercado chino no tuvo tendencia clara durante tres o cuatro años, pero nuestra cartera lo hizo muy bien”.
Por otro lado, Robin Parbrook (responsable de renta variable asiática ex. Japón de Schroders) “posiblemente cabe replantearse cuánto dinero se quiere tener en China, ya que cuando se transforma el sector más dinámico de la economía (acciones de Internet y algunos de compañías sanitarias) en empresas casi estatales, se vuelve menos interesante”. Es por ello que deberíamos hacer aquello que recomiendan Bruno Patain (responsable para Iberia de Erizon) y Romualdo Trancho (director de desarrollo de negocio de Allianz GI para España y Portugal), comprar poco a poco, es decir, si ahora la asignación a China es del 10%, ir haciendo compras de 3%.
Entre los fondos que listaremos como oportunidades de inversión destacan aquellos cuya gestora tiene en cierta forma una presencia local, con un experiencia de varios años y gestionados por gestores cuyo proceso de inversión está probado tanto en mercados alcistas como bajistas, y que muestran por tanto consistnecia a largo plazo, con un binomio rentabilidad/riesgo atractivo. Entre ellos están los siguientes fondos de renta variable:
Se observa que en lo que va del año, el mejor es el Schroder ISF All China Equity, que alcanza una rentabilidad positiva y superior al 4%. Su gestora Louisa Lo (que desde hace poco más de tres años asumió la gestión de este fondo) mantiene una volatilidad inferior que sus competidores, alcanzando ya un rating de los más altos de Morningstar y además se posiciona en las primeras de los rankings tanto a 1 como 3 años, con rentabilidades de doble dígito y superando tanto al MSCI China All Shares como al Morningstar China Equity sector. Además se observa que el ratio de Sharpe (que de manera simple es rentabilidad adicional por cada unidad más de riesgo) es la más alta de los fondos que aquí se muestran, por tanto un binomio rentabilidad/riesgo muy atractivo. El fondo muestra una clara sobreponderación en el sector de tecnología de la información (19,1% de peso vs. 10% del índice de referencia), así como materiales (14,5% vs 6%), mientras que infraponderada en sector financiero, servicios de comunicación y consumo básico. Entre sus mayores posiciones están Alibaba Group Holding, con un peso superior cercano al 7% mientras que el resto de las 10 principales posiciones no superan el 3%, y entre ellas está la aseguradora China Pacific Insurance Group, la tecnológica Thunder Software Technology, el banco HSBC y PRADA.
Otro fondo a destacar de estos cuatro es el fondo JPM Greater China Fund D acc EUR, el mayor de los fondos por patrimonio y un que también se posiciona en el primer percentil de los fondos de su categoría, incluso adelantande al fondo de Schroder. Esta gestionado por una dupla de gestores, basados en Hong Kong, y por tanto con un seguimiento cercano de todo lo que ahí sucede y también a las compañías. El fondo reporta una volatilidad del 19,92%, pero el ratio de Sharpe es el segundo mejor. Se trata de una cartera de empresas de alta capitalización y estilo growth y baja rentabilidad por dividendo. Muestra una fuerte sobreponderación al sector tecnológico y también infrapondera al sector financiero, por lo que no es de extrañar que entre sus principales posiciones veamos a Taiwan Semiconductor, con un peso del 9,4%, Alibaba del 8,9%, Tencent 8,8% y Realtek Semiconductor 2,4%, pero también vemos a la sanitaria WuXi Biologics con 2,6% y por tanto habrá que estar atentos a los ruidos regulatorios que vengan por ahí.