En un mundo tan global donde la digitalización y las tensiones geopolíticas continúan marcando una parte de los mercados, el sector de la ciberseguridad se perfila como uno de los más interesantes para los inversores. Desde ataques masivos a infraestructuras clave hasta incidentes que afectan a millones de usuarios, la protección digital se ha convertido en una necesidad imperante tanto para las empresas como para los gobiernos. La pregunta no es si se debería invertir en ciberseguridad, sino cómo hacerlo.
Seguro que hemos visto alguna película sobre un hacker, o un ataque a un sistema de seguridad nacional. Quizá conozcamos a alguien que trabaja en una empresa a la que han secuestrado los datos. O imagina la necesidad que tienen los gobiernos de proteger ciertos elementos sensibles. Sin irnos a seguridad nacional, la reciente ley sobre la cantidad de datos que debemos aportar en un establecimiento para pernoctar, hace que millones de datos de ciudadanos deban estar muy protegidos.
El volumen de datos personales y corporativos que circula por la red crece exponencialmente. Esto ha llevado a un aumento en el gasto global en ciberseguridad, que en 2023 superó los 200 mil millones de dólares y sigue creciendo. Empresas de todos los sectores y países invierten cada vez más para protegerse contra ciberataques, que no solo causan daños económicos, sino también reputacionales.
Este dinamismo del nicho convierte a la ciberseguridad en una opción más que interesante para los inversores. El mercado no solo ofrece perspectivas de crecimiento sostenido, sino también una relativa inmunidad a ciclos económicos adversos, dado que la seguridad digital es considerada una prioridad incluso en tiempos de recesión. No digo que sea inmune en cuanto a que no caerá cuando estemos en mercados bajistas. Ni mucho menos. Es más, muchas compañías de esta temática son growth y más sensibles a ciertos datos económicos.
Pero esta tendencia tiene un claro impulso que hace que sea muy complicado que, a medio plazo, tenga caídas importantes. Por el mero hecho de la ingente cantidad de dinero que se está destinando a esto. Además, la adopción de tecnologías como la inteligencia artificial y el machine learning está revolucionando la forma en que las empresas abordan la ciberseguridad. Estas herramientas permiten predecir y mitigar amenazas antes de que se materialicen, aumentando el atractivo del sector para aquellos interesados en la tecnología de punta.
Este nicho de inversión tiene dos modalidades muy sencillas de acceder, a través de un fondo de inversión o a través de un ETF. A continuación, te contamos los tres productos más atractivos.
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