Si el año pasado un inversor cualquiera hubiera apostado por invertir en robótica probablemente habría batido a los principales índices de todo el mundo. El famoso índice Robo Global Robotics se ha revalorizado un 50% en doce meses y de los principales fondos de inversión más conocidos, solo el Esfera Robotics ha subido menos de un 30% en este periodo.
Fuente: Reuters
Para los expertos en esta megatendencia de inversión, el futuro sigue siendo igual de brillante. Jeremie Capron, CEO de Robo Global Emea, explica en un reciente artículo que “la robótica, la automatización y la inteligencia artificial tendrán un impacto de billones de dólares en los próximos años”. El experto cita a un profesor adjunto de la universidad de Standford que en estos momentos es el jefe científico de Baidu y que afirma que “la inteligencia artificial será la nueva electricidad del futuro”.
Y como ocurre con cualquier impacto de esta magnitud, su onda expansiva se traduce en oportunidades casi infinitas para los mercados financieros. Como explica Capron, “la oportunidad es clara, la inversión en robótica está en sus fases iniciales y la pregunta no es si tiene sentido, sino cómo llevarla a cabo”.
La respuesta a esa pregunta no es fácil. Cuando se habla de robótica, de inteligencia artificial y automatización, nos referimos a un universo prácticamente inabarcable que es difícil de conocer en su totalidad. Casi cualquier área está influida por la tecnología y la invasión de robots es prácticamente imparable. Son cientos (si no miles), las empresas que están relacionadas totalmente o de forma tangencial con los robots o con la fabricación de sus componentes. Tienen diferentes tamaños, cotizan (o no) y están diseminadas prácticamente por todo el mundo. Conocerlas todas es imposible. Lo mismo ocurre con los efectos que pueda traer un uso masivo de la robótica.
Según un reciente estudio de Citi, un 47% de los empleos en Estados Unidos está en riesgo de ser automatizado en loas próximas décadas y lo mismo podría ocurrir en otros países del mundo. El propio World Economic forum preveía hace meses que para 2020 –en sólo dos años-, los robots y al inteligencia artificial le quitarían el trabajo a unos cinco millones de personas en los quince paíes más desarrollados. Hablamos de un auténtico tsunami para la economía y para la sociedad.
Evidentemente en lo laboral hablamos de una revolución que tendrá que ser asimilada por las sociedades y las economías de todo el mundo. Pero como ocurre en cualquier revolución, los cimientos de la economía suelen removerse para dejar al descubierto posibilidades para los ahorradores que sepan verlas.
Los expertos de Bank of America Merrill Lynch apuntaban hace unos meses, que la industria de la robótica podría expandirse a un ritmo que llevaría e este mercado a pasar de unas ventas de 10.700 millones de dólares en 2014 a 83.000 millones en 2020.
Aunque los cálculos varían, dependiendo del experto que los realice, parece claro que para el inversor se ha abierto un oasis de rentabilidad muy apetitoso en unos mercados hambrientos de retornos. Como explica Ana Fernández Sánchez de la Morena, socia directora de AFS Finance EAFI, “la robótica sigue siendo una temática de inversión para 2018 y para los años siguientes. Está cambiando muchas áreas de nuestra vida y, claramente, estará muy presente en nuestro futuro”, señala a Estrategias de Inversión.
En esa misma línea, Tom Riley, gestor del fondo AXA Framlington Robotech, considera que “invertir en robótica es cada vez más atractivo. Aunque la revolución de la robótica está todavía en una fase emprana, la inversión en este área está ganando terreno como opción para los profesionales que buscan rentabilidades por encima de la media. Al actual ritmo de expansion, esperamos que el mercado de la robótica crezca alrededor de un 10%-15% cada año hasta 2025”, indica a este medio.
Sin embargo, las opciones son tan amplias, y la temática tan compleja, que para un inversor minorista no resulta sencillo acertar. Cuando se trata de robótica, automatización e inteligencia artificial se habla de múltiples sectores y subsectores y aquí también existen tendencias que resultan más apropiadas en un momento u otro.
Para la socia directora de AFS EAFI, “la robótica está aplicándose en muchas áreas: en seguridad, en el reconocimiento de imagen y voz y en sensores inteligentes y biometría. Igualmente en sistemas de inteligencia artificial, cloud systems y en impresión 3D. En salud, por ejemplo, ya se están utilizando robots cirujanos para cirugías complejas y en el cuidado de ancianos ya que estos robots pueden levantar hasta 50 kilos de peso. Por otro lado, a nivel industrial, el uso de robots está mucho más extendido en el proceso de fabricación con la automatización de numerosos procedimientos”.
El experto de AXA Framlington Robotech explica que en los próximos meses deberíamos fijarnos en los sectores de salud y transportes así como en las compañías que hacen que la robótica sea posible.
Howie Li, CEO de la plataforma CANVAS de ETF Securities apunta que “se espera que los sectores de informática, procesamiento e inteligencia artificial destaquen en 2018”.
Debido a la complejidad y a la prematura fase en la que se encuentra esta cuarta revolución industrial, son muchos los expertos que consideran que la mejor forma de acceder a esta temática para un inversor no profesional es a través de vehículos como fondos y ETFs.
Li afirma que “la liquidez, la transparencia y los bajos costes que están asociados con los ETF, hacen de este tipo de producto el vehículo ideal para los inversores”. Regístrate para recibir análisis profesional e independiente
Riley indica que “al elegir a través de fondos, los ivnersores ganan exposición a esta industria y se aseguran una correcta diversificación”. “Por ejemplo -afirma el gestor- el AXA World Funds Framlington Robotech invierte de forma global en compañías de todos los tamaños con un gran potencial de crecimiento que se enfoca en robótica y soluciones de automatización en varios sectores como la industria, la tencología, las manufacturas o el transporte”, afirma.
Pero, ¿qué empresas habría que mirar si se quiere invertir directamente? Ana Fernández señala que “Google es una de más compañías de mayor capitalización que destina una gran parte de sus recursos a la inversión en robótica, en concreto a través de su empresa especializada en robots, Boston Dynamics, que el año pasado presentó un robot que en lugar de caminar, lo que hace es rodar porque tiene ruedas en lugar de piernas”. La experta también señala a KUKA Robotics “con su amplia gama de robots, KUKA cubre prácticamente todos los tipos y rangos de carga y establece los estándares de la colaboración hombre-robot”, indica. Suscríbase para poder acceder a los Indicadores Premium de Estrategias de Inversión de Alphabet.
Por su parte, el gestor de Axa Framlington apunta a Intuitive Surgical, el fabricante del Sistema robótico Da Vinci. Comenta que “sólo en 2016 se realizaron 750.000 intervenciones usando esta tecnología. Creemos que esta cifra tenderá a crecer conforme los robots cirujanos continúen ganando popularidad”.
También destaca al fabricante de seminconductores Infineon, ya que “podría beneficiarse del desarrollo de los sistemas de conducción asistida”. Por último, el gestor apuesta por la americana Gognex “un fabricante de sistemas de procesos para la industria y la logística. Nosotros invertimos en 2015”.
El uso intensivo de la robótica ya está aquí, no es el futuro, como tampoco lo es la inversión en esta tendencia. Como en cualquier otra tendencia, la cuestión es acertar.
Regístrese si quiere recibir más análisis sobre robótica y otras oportunidades para invertir.