Eso preocupa porque históricamente la caída media del selectivo ha sido ligeramente superior, de más de un 14%. Eso es lo que señalaban los expertos de JP Morgan en un informe para clientes sobre las perspectivas del tercer trimestre hace tan sólo unos días.
Entre los muchos datos que señalaban uno era, precisamente, ese. En lo que va de año, el retroceso máximo –es decir, la diferencia entre los máximos anuales y los mínimos- del S&P 500 ha sido de alrededor de un 6%.
Y eso a pesar de que desde el uno de enero, el índice estadounidense cae algo más de un 1%. La diferencia, además, tal y como puede observarse es la misma que se vivió hace un año.
En 2013, igual que ocurre ahora, el selectivo había recuperado más de un 180% desde los mínimos de 2009. De hecho, en estos momentos estamos en el quinto mercado alcista más largo desde 1928. El de mayor duración duró 13 años y acabó con el estallido de las puntocom (Quinto aniversario del mercado alcista)
Lo que muestra el siguiente gráfico de JP Morgan, que hace referencia a la evolución de las bolsas desde 1980 es que si el S&P 500 comienza a caer y se deja más de un 14% no tendríamos por qué estar en las puertas de un crash bursátil. (Ver la burbuja ya ha comenzado a estallar)
Sin embargo, cada vez son más analistas los que amenazan con que ese crash está a la vuelta de la esquina. Hacen referencia, además, a las elevadas valoraciones del índice. En la actualidad, el PER está alrededor de las 16 veces y la media histórica por debajo de las 14 veces.
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