La presidenta ha llevado a cabo la retirada de estímulos del programa QE, ha iniciado la subida de los tipos de interés (los dejará en el 1,5% a final de este año) y, además, ha comenzado a reducir el balance de la institución que, este año, ya está en 4,5 billones de dólares. Y lo ha hecho sin que las bolsas dejen de subir. De hecho, están en máximos históricos. Estos son los retos a los que se enfrentará su sucesor, probablemente Jerome Powell.
A Janet Yellen le tocó la difícil tarea de comenzar a retirar la ortopedia que había puesto su antecesor, Ben Bernanke, a la economía americana para recuperarse de la crisis económica y financiera. Si difícil fue poner en marcha medidas desconocidas, quizás más ha sido comenzar a retirarlas sin que la economía o los mercados se vean afectados.
La economista lo ha hecho con un peculiar estilo, anticipando con mucho tiempo las medidas que se iban a poner en marcha. Cautelosa, sin ruido, y sin pausa. Su sucesor, Jerome Powell recoge el testigo en un momento en el que la economía continúa su expansión, con la tasa de paro en mínimos de 16 años. Eso sí, con un punto débil, es incapaz de crear inflación y las razones, dicen los expertos, son muchas: la caída de los precios tecnológicos, nuevas tendencias como Amazon –con su rebaja de costes-, el descenso de los precios de los combustibles y la sorprendente falta de una fuerte presión salarial, sobre todo con los actuales niveles de desempleo. Sin embargo, la situación actual de la economía casi garantiza una nueva subida de tipos en diciembre, sería el tercer incremento este año.
Luke Bartholomew, estratega de inversiones en Aberdeen Standard Investments, señala que “este suave deslizamiento hacia diciembre podría ser el acto final de Janet Yellen como presidenta de la Fed. Ha dirigido un ritmo bastante estable desde que la Fed empezó a retirar el programa de flexibilización cuantitativa y a subir los tipos de interés. Que esta figura clave en el sistema financiero global pueda salir de escena sin causar un gran impacto en los mercados es quizás el resultado de la estabilidad que ha ayudado a crear”.
El nuevo presidente de la institución, Jerome Powell, se ha impuesto a nombres como Gary Cohn, John Taylor y Kevin Warsh. Todos habían sonado como posibles candidatos. Parece ser que el presidente del país ha optado por una opción continuista, ya que Jerome Powell es actualmente miembro del banco central desde 2012, con lo que sabe qué es lo que se cuece dentro de la institución. Además, dicen los expertos que tiene una buena relación con el resto del FOMC ( Comité del Mercado Abierto), el brazo de la autoridad monetaria responsable de las subidas de tipos.
Retos
La labor de Powell no será fácil tampoco. Toda los expertos son conscientes de que si en el corto plazo la economía americana se enfrentara a una nueva recesión, la FED no dispone de mucho armament en el arsenal. La rebaja de tipos apenas podría producirse desde el actual 1,5%. La propia Janet Yellen ya ha avisado de que el precio del dinero estará bajo durante un largo periodo de tiempo, lo que implica que el banco central quizá tuviera que echar mano de nuevo de un QE. Es decir, iniciar la compra de activos para añadir liquidez a la economía y a los mercados.
Sin embargo, hay una diferencia, cuando Bernanke puso en marcha sus QE, el balance de la FED partía de una posición holgada, con apenas 500.000 millones en activos.
Aunque tiene formación en Leyes, Powell ha sido subsecretario del tesoro con George W Bush y fue nombrado por Obama para formar parte del consejo de la FED.
El posible reemplazo de Janet Yellen también sabe lo que son los mercados desde dentro, ya que durante unos años fue socio de uno de los principales fondos de capital riesgo de Estados Unidos, The Carlyle Group.