Los expertos anticipan una tendencia alcista del metal dorado de cara al ejercicio que viene, a pesar de que la onza del dorado sigue cotizando más de un 20% por debajo de los 1.750 dólares de octubre pasado.
Los grandes fondos de inversión de oro han registrado entradas netas de dinero por primera vez desde febrero, algo que, además de la revalorización, podría previsualizar también inflación a la vuelta de la esquina. Dos ‘crash’ han marcado la cotización del oro en el año que corre
. El primero –el más letal- data de mediados del mes de abril cuando el precio de la onza dorada sufría el mayor desplome que se recuerda desde la década de los 80. Su cotización pasó en tres días de los 1.600 dólares hasta perder la cota de los 1.400. Todo un misterio que se achacó por entonces a la crisis chipriota y al pánico de vuelta en los mercados que hacía al oro recuperar su carácter refugio en 72 horas. La cuestión de que un gigante estadounidense se había deshecho de pronto de una millonada pasó de puntillas por los grandes titulares. (Ver: Oro, verdades y mentiras de su desplome)
La segunda gran caída comenzó cuando el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, se lanzó a un discurso que ahora se entiende anticipado y sin justificación. A mediados del mes de mayo, la FED reconocía estar planteándose una retirada paulatina de los estímulos a la economía –que un verano más tarde permanece aletargada-. “El oro ha experimentado una brusca caída” desde las palabras de Bernanke, reconocen los analistas de Renta 4. (Ver: Oro, ¿una de las inversiones estrella para 2014?)
GRÁFICO ORO, ANUAL (FUENTE: GOLD.ORG)
“El pasado viernes vimos un gran esfuerzo por golpearle nuevamente tras los comentarios del presidente de la FED de St. Louis, James Bullard, diciendo que la retirada de estímulos comenzará en octubre”, recuerda Eduardo Bolinches, director de Bolsacash.
Los expertos hablan de un mínimo clave: 1.179 dólares marcados este mismo verano. “Es muy importante que el oro mantenga el primer mínimo creciente en los 1.271 dólares o, de lo contrario, es probable que vaya a los (mencionados) mínimos de junio”, comenta Bolinches.
Futuro: alcistas primero, para luego caer
Jim Rogers, el gurú de materias primas estadounidense, reconocía la semana pasada que la tendencia del metal dorado es alcista hasta tal punto que podrá superar los máximos de septiembre de 2011, en 1.920 dólares la onza.
No es, desde luego, el único que confía en las oportunidades del metal a corto plazo. Existen cinco compañías, según el Departamento de Análisis de Renta 4, que alcanzan un potencial de revalorización incluso del 200%. Todas ellas son mineras y encabeza la lista Allied Nevada Gold que, tras tocar suelo en 5 dólares, los expertos vaticinan “una vuelta en V” que supera esos tres dígitos. Otro caso es Buenaventura Mining con un potencial alcista del 125%.
En su línea de apuesta por el metal dorado, desde Bolsacash consideran que respetará los 1.271 dólares, aunque reconocen que “la manipulación es un factor real”.
En todo caso, Ramón Morell, responsable de ETX Capital, desmiente un mito clásico sobre el oro: su inmovilismo. “Puede variar su cotización más del 1%, e incluso supera el 2%, en un día” al tratarse de un activo volátil y que lo refleja en su cotización, además, de manera inmediata.
El largo plazo es quien presenta dudas a los grandes visionarios de Wall Street. Rogers pronostica para los dos próximos años una caída del oro hasta los 900 ó 1.000 dólares la onza. Lo que supone una pérdidas del 35%.
Primera evidencia de la recuperación
Es común relacionar el oro con los fondos cotizados teniendo en cuenta que son el principal vehículo de inversión. El mayor ETF del mundo, el SPDR Gold Trust, ha registrado este verano entradas de capital, algo que no sucedía desde el pasado mes de febrero. En total, durante la segunda semana de agosto registró inversiones por valor de 193.000 millones de dólares para un fondo, recuerda desde XTF.com, que ha sufrido la estampida de 20 billones de dólares en 2013.
¿A quién extraña? A nadie –debería- teniendo en cuenta que el oro se encontraba en julio, cuando tocó los mínimos anuales, un 32% por debajo de su cotización desde el nivel máximo anual en las cercanías de los 1.800 dólares la onza.
GRÁFICO SPDR GOLD TRUST (FUENTE: YAHOO FINANCE)
¿Hay miedo? A la inflación
La previsión de AFI (Analistas Financieros Internacionales) de cara a la inflación que registrará Estados Unidos en 2014 aumenta hasta el 1,9%, frente al 1,5%, estimado a cierre de año.
Pero, ¿por qué se relaciona inflación con oro? Empezando por el principio, cabe considerar a la inflación como el volumen de dinero que hay en el mercado.
En principio, los inversores consideran cualquier subida del oro como un indicador adelantado de la inflación debido a que los inversores abandonan el mercado de divisas e invierten en el metal dorado ante la previsible caída de valor del dólar.