En concreto, la entidad financiera ha obtenido un beneficio de 3.200 millones de dólares en el tercer trimestre del año, casi 7 veces más que hace un año. Este aumento, sin embargo, se ha producido porque no se han repetido los cargos extraordinarios. (Ver comunicado con los resultados)
Así, el beneficio por acción de
Citigroup ha sido de 1 dólar por acción. Si no se hubieran tenido en cuenta las pérdidas por los ajustes de CVA (Credit Value Adjustment) y DVA (Debt Valuation Adjustment), las ganancias por título hubieran sido de 1,02 dólares. Los expertos esperaban que esta cifra fuese dos centavos superior.
La empresa se ha enfrentado a una caída de más de un 25% en el trading de bonos que ha compensado, parcialmente, por el negocio de la renta variable.
El negocio también se ha resentido de la caída en la concesión de préstamos hipotecarios. Se trata de una tendencia común al conjunto del sector financiero y que se ha producido por el fuerte aumento de los costes de los precios hipotecarios. En el caso de Citigroup, la caída ha sido de un 7% con respecto al mismo periodo del año anterior.
Precisamente, uno de los aspectos que ha tenido en cuenta la Reserva Federal para no iniciar el tapering en septiembre, ha sido precisamente esa. Un mayor aumento de los costes hipotecarios podría afectar a la consolidación de la recuperación del sector inmobiliario, clave para la economía del país.