En lo que va de año los precios del metal precioso suben algo más de u n 9% desde los mínimos del mes de diciembre. El año pasado el oro se dejó un 28% en el ejercicio, su mayor caída en más de 30 años después de que la FED anunciara que la economía estadounidense ya estaba preparada para iniciar la retirada de estímulos monetarios, el tapering.
Cuando comenzó 2014 ningún analista confiaba en que la tendencia continuara durante este ejercicio, aunque la crisis de las divisas emergentes en enero, las dudas sobre la solidez de la recuperación económica estadounidense y las diversas tensiones geopolíticas han mantenido al oro como una inversión refugio.
Con todo, casi ningún experto espera que las subidas puedan continuar en lo que queda de año.
Además, los expertos no esperan que la demanda de oro físico siga aumentando en China y en India, tal y como ha ocurrido en años anteriores, algo que ha permitido que el alza del precio del metal precioso también haya aumentado.
Los Indicadores Premium de Estrategias de Inversión le dan una puntación de 3 en una escala de 0 a 10, lo que significa que el precio del metal está en fase de rebote.
En realidad, casi ninguno de los indicadores que se analizan es positivo. La tendencia a largo plazo es bajista, el volumen –a medio y largo plazo es negativo-.
Sólo hay dos aspectos que son positivos para el precio del oro: la tendencia a medio plazo es alcista y la volatilidad –a corto y largo plazo- es creciente.
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