En concreto, los analistas prevén que el S&P 500 llegue a los 2.100 puntos a finales del próximo ejercicio. “Esperamos unas ganancias modestas de un 5%, en línea con el crecimiento de los beneficios empresariales. La economía seguirá expandiéndose, con lo que las compañías podrán mejorar las ventas y mantener los márgenes.
Esperamos que los equipos directivos puedan seguir invirtiendo en crecimiento y devolviendo efectivo a los inversores a través de recompras y dividendos, algo que gustará a los accionistas”, aseguran sus analistas.
En concreto, en Goldman Sachs creen que el PIB de Estados Unidos se expandirá un 2,2% este año y un 3,1% el año que viene. Para 2016 prevén que la economía del país crecerá a ritmos del 3%. Además, los analistas de la firma esperan “impulsos positivos en el consumo personal, la inversión residencial y la inversión de las empresas, lo que apoyará el crecimiento a partir de 2015”, explican en la firma.
En la bolsa espera un año de gran dispersión entre sectores y baja rentabilidad. Esto se debe, sobre todo, a que la volatilidad sea más baja el año que viene. En estos momentos, explican los analistas de Goldman Sachs, “los fondos y los gestores suelen hacerlo peor que el S&P 500”, aseguran.
El estratega de Goldman Sachs, David Kostin explica que “la fase de expansión de múltiplos del actual mercado alcista que ha provocado las fuertes subidas de las bolsas finalizó en 2013. Asegura el experto que la subida del 10% del S&P 500 es idéntica al incremento de los beneficios de las cotizadas.
¿Qué esperan para 2015?
En concreto creen que la bolsa mantendrá su trayectoria alcista durante la primera mitad del año y que conforme la FED comience a subir los tipos veremos contracciones de múltiplos, sobre todo en la segunda parte del ejercicio. Ellos esperan la primera subida en el tercer trimestre del ejercicio.
Recomiendan desde la firma acostumbrarse a un mundo de bajas rentabilidades. “Nuestra visión del mercado es muy benigna. Pero debajo de la superficie hay que tener en cuenta de que muchos de los precios de los activos marcan unos niveles que implicarán bajos retornos en los próximos años. Comparando las rentabilidades reales de un grupo de activos, las ganancias de la renta variable aún es más atractiva que la de los bonos soberanos.”
Con todo, en Goldman Sachs consideran que “estamos en un entorno en el que las valoraciones de la renta variable seguirá por encima de su media, incluso en Estados Unidos, y existe aún posibilidad de seguir subiendo. Así que no vemos el dibujo de las valoraciones como algo que vaya a provocar fuertes caídas en las bolsas. Pero, incluso así, las subidas van a ser menos atractivas de lo que han sido y nuestras previsiones son que las subidas van a ser relativamente modestas más allá de Japón y algunos lugares de los países emergentes”.
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