En un entorno de descensos generalizados la cuestión es si hay activos en los que el inversor se puede refugiar con mayor grado de seguridad. Uno de ellos suele ser el oro, que durante la época de recesión subió su precio hasta niveles máximos de más de 1.900 dólares la onza. ¿Podría ahora ser útil? (Morici: Nada de pánico. Las acciones rebotarán)
El metal dorado ha pasado a ser negativo en el 2014. Ha protagonizado una remontada feroz, llegando a un máximo de cuatro semanas debido a la reciente ola de ventas, a la volatilidad de las acciones, puesto que los inversores han considerado que realizando ese tipo de inversión encontrarían cierto grado de seguridad. (
Keen: Estén preparados para otro nuevo crash financiero)
El oro se encuentra ahora con una revalorización del 2% en el último año en el año, por lo que podríamos esperar más acción en el mercado del oro. A priori. Esa discusión es la que ha tratado el estratega jefe del mercado de materias primas, Geroge Gero, en el programa de Talking Numbers.
"Creo que hay algunos aspectos fundamentales muy importantes", ha señalado el experto en el medio norteamericano cuestionado sobre el oro. Según Gero, ha habido tres vientos principales en contra del oro: “un dólar fuerte, un fuerte mercado de valores y tipos de interés bajos”. (Janjuah: Corrección mayor a la vista, si el S&P pierde los 1.905 el viernes)
Estos tres puntos del mercado, en opinión de Gero, es probable que pronto se reviertan, por lo que podría dar un impulso para los lingotes. "Lo que ha apoyado a un dólar fuerte ha sido un mercado de valores maravilloso y no hay necesidad de oro, porque no ha habido inflación en el horizonte", ha añadido.