Las acciones de Repsol acumulan una caída de un 7,77% en lo que va de año, con la capitalización bursátil en unos 19.40 millones de euros, pero si se pone el foco en las últimas 20 sesiones apenas registra variaciones.
“A nivel técnico tenemos señales dispares”, avisa el analista técnico José Antonio González, que explica que “cuando tenemos este contexto hay que buscar más información”. En ese sentido, el valor se encuentra madurando una “figura de implicaciones positivas de hombro cabeza hombro invertida” que se confirmaría en los 13,43 euros. Este nivel permitiría proyectar ataques y rotaciones en las anteriores zonas de soportes, entre los 14,71 y los 14,53 euros.
No obstante, esta figura “se vendría abajo” de perderse el nivel de los 12,45 euros.
Desde el punto de vista del análisis fundamental, los analistas mantienen la fe en un rebote. Según los datos recopilados por Reuters, de media las casas de análisis que cubren al valor le dan una recomendación de ‘comprar’ y un precio objetivo de 17,31 euros. Esta valoración supone un potencial alcista de un 29,3% respecto a los niveles actuales.
Junta de accionistas el 25 de mayo
La empresa llega a esta situación con los focos puestos ya en la junta general de accionistas de que se celebrará este jueves 25 de mayo. En esta citase votará la reelección de Antonio Brufau en su cargo de presidente no ejecutivo de la compañía, así como la del consejero delegado, Josu Jon Imaz, ambos por cuatro años más.
El consejo de administración de la energética, que llevaba tiempo analizando un plan de sucesión para Brufau, ha considerado que, ante el actual momento en la economía mundial, marcado por la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania, la mejor decisión para la compañía es la continuidad del veterano directivo para garantizar un relevo ordenado en la presidencia y optar por mantener el modelo de experiencia que aporta junto a Imaz.
Brufau es consejero de Repsol desde 1996 y ocupa su presidencia desde 2004, aunque en 2015 ya traspasó todas las funciones ejecutivas a Josu Jon Imaz, el consejero delegado de la petrolera.
Por otra parte, Repsol proseguirá con la mejora en materia de retribución a sus accionistas y propondrá a la junta, junto a la distribución del dividendo complementario de 0,35 euros brutos -que se abonará el 6 de julio- el reparto de otro dividendo de 0,375 euros brutos por acción con cargo a reservas libres, cuya distribución está prevista en el mes de enero de 2024.
Además, se procederá a la aprobación de una reducción de capital social mediante la amortización de 50.000.000 de acciones propias de la compañía y se propone a la junta general la delegación en el consejo de administración de la facultad de ejecutar total o parcialmente y en las ocasiones que juzgue más convenientes, o no ejecutar, una segunda reducción de capital social mediante la amortización de hasta un máximo de 132.739.605 acciones propias, equivalente al 10% del capital social de la sociedad.
Junto a la continuidad de Brufau e Imaz, los accionistas votarán también la reelección como consejeros de Aránzazu Estefanía Larrañaga, María Teresa García-Milá Lloveras, Henri Philippe Reichstul y John Robinson West, así como la ratificación del nombramiento por cooptación y reelección de Manuel Manrique, que seguirá así en el órgano rector de la compañía a pesar de que Sacyr ya dejó de ser accionista de la petrolera el año pasado.
Igualmente, se propondrá el nombramiento de María del Pino Velázquez Medina como consejera externa independiente.