El resultado neto de Repsol alcanzó 1.420 millones de euros en el primer semestre de 2023, impulsado por el aumento de la producción, la gestión integrada del sistema de refino en España y los avances en la captación y fidelización de clientes, especialmente a través de la app Waylet. El resultado ajustado, que mide específicamente el funcionamiento de los negocios, se situó en 2.718 millones de euros entre enero y junio.
El primer semestre de 2023 se caracterizó por un lento crecimiento de la economía mundial, marcado por las decisiones en política monetaria y las tensiones internacionales derivadas de la guerra en Ucrania, explica la compañía en un comunicado. En este contexto, los precios de los productos energéticos se desplomaron respecto a 2022, cuando se produjo una subida anómala de las cotizaciones de las materias primas. Entre enero y junio los márgenes de refino disminuyeron un 29%, los precios del crudo Brent descendieron un 26% y el referente estadounidense de gas, el Henry Hub, cayó un 54%.
Con este entorno de normalización de los precios y del suministro de energía, después de un convulso 2022, “el buen desempeño de Repsol refleja la robustez del Plan Estratégico 2021-2025 y del modelo integrado de compañía, que se ha materializado en unos sólidos resultados”, destaca Repsol.
La compañía alcanzó un EBITDA acumulado hasta junio de 4.303 millones de euros, , con una caída de un 46,3% respecto a los 8.019 millones del mismo período del año pasado.
La deuda neta se situó al final del periodo en 797 millones de euros, un 9% por debajo del cierre de marzo y un 65% inferior a la del 31 de diciembre de 2022. La liquidez alcanzó 11.441 millones, suficiente para cubrir cerca de seis veces los vencimientos de deuda bruta a corto plazo.
Entre enero y junio, Repsol invirtió 3.047 millones de euros, principalmente en España y Estados Unidos. En 2023, la compañía destinará un 35% de sus inversiones a proyectos bajos en carbono. La contribución fiscal se situó en 7.343 millones de euros en el primer semestre.
Nuevo programa de recompra de acciones
Por otro lado, el consejo de administración de Repsol ha comunicado una reducción de capital adicional de 60 millones de acciones propias -representativas de, aproximadamente, el 4,70% del capital social de Repsol-, cuya ejecución está prevista en 2023. Tras ella, el capital social de Repsol ascenderá a 1.217 millones de acciones.
Para ello, Repsol ha puesto en marcha un programa de recompra por un máximo de 50 millones de acciones que comienza hoy. Las restantes acciones provendrán de la autocartera existente y/o de la liquidación de derivados sobre acciones propias previamente contratados por la Sociedad.
Tras la reducción de capital, durante 2023 Repsol habrá reducido su capital social en un total de 110 millones de acciones, equivalentes al 8,3% de las acciones en circulación a 31 de diciembre de 2022. - Con esta última reducción de capital Repsol habrá amortizado durante 2022 y 2023 un total de 310 millones de acciones propias, equivalentes al 20,3% de acciones en circulación a 31 de diciembre de 2021.
La combinación de dividendos y reducción de capital supondrá en 2023 la distribución de cerca de 2.400 millones de euros a los accionistas.
Repsol abonó en julio un dividendo complementario de 0,35 euros brutos por acción. Unido a la retribución pagada en enero, situó el dividendo en efectivo del año en 0,70 euros brutos por acción, un 11% más que en el ejercicio anterior.