El cambio de sede social de Ferrovial a Países Bajos cada vez está más cerca de ser una realidad. De hecho, a última hora de la tarde de ayer, la cotizada del IBEX 35 enviaba a la CNMV el documento del proyecto común de fusión con su filial neerlandesa Ferrovial International.
Los planes de Ferrovial pasan por la idea de cerrar la fusión y realizar el cambio de su sede social a Ámsterdam en junio próximo. Ese mismo mes la compañía comenzaría a cotizar en la bolsa de Ámsterdam. A partir de entonces, multiplicará los esfuerzos para dar el salto al otro lado del Atlántico e iniciar su cotización en la bolsa de Estados Unidos antes de que acabe 2023, según indican fuentes próximas a la compañía.
¿Y si los accionistas se oponen?
Sin embargo, antes de llegar hasta allí tiene que contar con el "visto bueno" de sus accionistas. Algo que no tardará mucho en pedir. En concreto, Ferrovial someterá a la junta de accionistas en abril la aprobación de la operación, que está supeditada a que los titulares de no más de aproximadamente el 2,5% del capital de la firma se opongan. En la actualidad, la mayoría de los accionistas son internacionales, con un 93% del total.
Los accionistas que estén en contra podrán acogerse a su derecho de separación a cambio de una contraprestación -el precio de cotización de la compañía, estimada en el promedio de los últimos tres meses-. La empresa ha limitado a 500 millones la contraprestación para aprobar el proyecto.
La expectativa de la firma, en todo caso, es que el respaldo sea masivo y, de cualquier modo, no contempla incrementar esta cifra. Es decir, si el apoyo en la junta no es suficiente dentro de los parámetros fijados, la operación decaerá.
Los motivos de su marcha
Hay varias razones tanto estratégicas como económicas para la marcha de Ferrovial. En primer lugar, destaca que mejorará las condiciones de financiación, al contar Países Bajos con "solidez financiera y estabilidad",algo que dota de menor volatilidad a sus costes de financiación debido a una prima de riesgo "más estable en comparación con otros países europeos". "Esa menor volatilidad debería traducirse en que, en el futuro, se reduzcan los costes de financiación en las emisiones de deuda de la compañía y, a la larga, también en mejoras en el coste total de capital", asegura.
El resto de argumentos pasan por su proyección internacional, la mayor notoriedad para inversores de todo el mundo y el hecho de que Países Bajos servirá como una "plataforma óptima" para cotizar en Estados Unidos, uno de sus principales mercados, lo que dará mayor liquidez a su acción y permitirá la entrada en su capital a nuevos inversores, con el foco en fondos de pensiones americanos o ligados a universidades con apuestas de permanencia en sus inversiones.
"Las acciones de una sociedad española cotizada en España solamente pueden negociarse en los Estados Unidos a través de 'American Depositary Receipts' u otras fórmulas indirectas que no son elegibles para acceder a los índices bursátiles estadounidenses", explica. Además, Ámsterdam es un mercado con un mayor número de inversores institucionales que Madrid, el país tiene unos fundamentales económicos más fuertes y cuenta con un perfil de riesgo menor. Holanda tiene ráting triple A.
Además, las sociedades holandesas tienen mucha más facilidad regulatoria que las españolas para cotizar en Nueva York, y la legislación del país permite blindar las empresas frente a opas hostiles mediante fundaciones donde los accionistas significativos incluyen sus acciones.
Ferrovial ha informado de que esta reorganización corporativa no tendrá un impacto en los planes de inversión en España, que permanecerá como principal fuente de desarrollo de talento, o en otros países en los que opera. Pero lo cierto es que la compañía cuenta con casi el 90% del negocio fuera de España. Además, por el momento, el traslado implicará que determinados empleados de la empresa española se trasladen a este país, aunque de forma voluntaria, así como que se puedan dar distintas recolocaciones entre las diferentes filiales del grupo en España.