La caída a plomo del Nikkei con la segunda mayor caída de la historia, tras su debacle del pasado viernes y los fuertes recortes en el resto de plazas asiáticas, han funcionado como efecto dominó, para el resto de mercados europeos y para Wall Street. El rojo, cada vez más brillante en forma de miedo inversor y temores por una posible recesión, con dinámicas, eso sí diferentes en cada zona bursátil del mundo lo impregna todo en este lunes, que además, pilla a muchos de vacaciones.
En Asia, por ejemplo, el efecto de las subidas de tipos por parte del Banco de Japón, han colocado al yen en niveles máximos frente al dólar pero también frente al dólar, que atacan a fuego a las empresas exportadoras japonesas, las más importantes del país, con caídas a plomo para el sector automovilístico y el textil, con Toyota y Fast Retailing, el nombre bursátil de Uniqlo.
Pero todo llegaba de Estados Unidos, donde el pasado viernes, se terminaron de complicar las cosas, con la más que mala lectura de los datos macro.
El informe de empleo de julio, refrendaba los negativos datos del jueves de solicitudes de subsidio, y arroja la creación de 114.000 empleos el pasado mes, muy por debajo de los 185.000 que había anticipado el mercado y de la cifra de junio, que ha sido revisada a la baja hasta los 179.000. La tasa de desempleo subió levemente hasta el 4,3%, su nivel más alto desde octubre de 2021. Un dato que ha sido leído claramente en negativo por el mercado.
En cuanto a la inflación salarial, las ganancias medias por hora aumentaron un 0,2% durante el mes y un 3,6% respecto al año anterior. Ambas cifras estuvieron por debajo de las previsiones respectivas de 0,2% y 3,7%. Si a eso le sumamos las cifras de indicadores adelantados como el ISM, tenemos el círculo negativo completo.
De ahí que los intereses de la deuda, cayeran a plomo del 4% para el bono a 10 años americano, en una espiral que ha ido a más conforme transcurre ya este lunes, con la rentabilidad de nuevo con caídas del 1,5% hasta el 3,733% y el bono a 2 años por debajo del 3,9%, con su menor nivel en dos años.
A esto se suma la volatilidad, que había estado claramente ausente de los mercados en los últimos meses. Indicador que hoy sube la friolera de un 82%.
Y es que por ahí llega lo último: ante la lectura recesiva cada vez más fuerte, sin llegar a concretarse, pero tras verse en EEUU que el aterrizaje suave parece cada vez menos una opción, con lo que, entre los operadores, ya corre claramente el rumor de una reunión de emergencia de la Fed, que hasta ahora no ha actuado, para rebajar los tipos.
De momento, la visión son recortes agresivos de tipos en la Reserva Federal en lo que queda de año, entre 4 y 5, con 50 puntos básicos de bajada en alguna de ellas.
Desde Ebury, la fintech global especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas, consideran algo elevada esta apuesta. Señalan que “creemos que las expectativas de recortes, que ahora se sitúan entre 4 y 5 para lo que queda de 2024, lo que implica al menos un recorte de 50 pb, son una reacción exagerada a lo que hasta ahora es el primer informe débil del mercado laboral de 2024 de EEUU".
Para el analista de mercados, Manuel Pinto "la volatilidad se ha disparado a medida que crecen las preocupaciones sobre la economía estadounidense y algunas de las principales empresas tecnológicas no logran cumplir con las expectativas. Gran parte de la fortaleza que ha mostrado el mercado durante este año se ha apoyado en la confianza de un “aterrizaje suave”, donde los bancos centrales serían capaces de estabilizar la inflación sin llevar a la economía a una fuerte contracción". Y bajo la creencia de la Fed, a pesar del deterioro económico "ha esperado mucho para bajar tipos".
Una lectura que se traslada también a Europa, con el bund alemán cayendo a plomo un 2,45% hasta el 2,1080% y funcionando con refugio. Aquí la visión es que el BCE seguirá al Fed en los recortes, ante ese nivel del bono germano en su nivel más bajo en 7 meses, con recortes de mayor envergadura en los tipos de interés de la eurozona.
Desde Goldman Sachs, con su economista jefe Jan Hatzius a la cabeza, destacan que la probabilidad de que la economía estadounidense entre en recesión en los próximos 12 meses ha pasado del 15 al 25%, aunque apostillan que el riesgo es todavía limitado, con 1 de 4 posibilidades sobre la mesa.
En su informe de este domingo, los analistas del banco de inversión señalan que la economía estadounidense parece estar en general, bien, y destacaron que la Reserva Federal tiene un margen bastate amplio para recortar los tipos si fuera necesario, y que además, puede hacerlo rápidamente si las próximas publicaciones de datos muestran señales de que las condiciones económicas están empeorando en medio de preocupaciones de que la Fed ha esperado demasiado para bajarlos, porque recordemos que siguen en sus niveles más elevados de los últimos 22 años.
Pero nunca olvidemos que, lo que realmente está detrás de todo este es el miedo. Para el analista de mercados Manuel Pinto "creemos que es una corrección saludable, que nos permitirá entrar en el mercado a precios significativamente inferiores a los que estábamos acostumbrados hace apenas unos días. Los resultados corporativos siguen mostrando crecimiento, y si bien la expectativa de la inteligencia artificial se ha reducido confiamos en que el resto de los sectores de la economía consigan equilibrar esas dudas. Las altas valoraciones actuales, aun siendo altas no nos parece un problema tan grande".
Y añade que " a nivel estratégico no dejarse llevar por las fluctuaciones de corto plazo. Seguimos confiando en el S&P 500 como el índice de referencia clave. A nivel táctico pensamos que las utilities y las inmobiliarias, que pagan dividendos altos, son un tipo de inversión muy popular entre los inversores que buscan ingresos cuando los rendimientos de los bonos caen, por lo que son dos de los sectores a tener en cuenta durante las próximas semanas".