El arranque del año pintaba optimista para Telefonica, pero la acción no ha sido capaz de superar los 3,6 euros, últimos máximos relativos que marcó en noviembre de 2022. Los 3,7 y 4 euros son niveles a cierre a los que la acción no ha vuelto desde septiembre del año pasado.
Aunque el valor sube un 3,60% en lo que llevamos de año, lo cierto es que las tres últimas sesiones han sido a la baja para Telefónica, que está salvando, "por los pelos", el nivel psicológico de los 3,5 euros. Además, desde sus máximos del 14 abril en 5 euros, los títulos han caído en picado cerca de un 30%.
La presión del trader profesional
Mirando el corto plazo, son muchos los minoristas que no entienden el vaivén tan abrupto de la cotización de Telefónica, que cae verticalmente durante varias jornadas sin motivo relevante, para luego sumar ligeros repuntes en las siguientes sesiones.
El analista Antonio Espín ya lo avanzaba en su consultorio de finales de diciembre pasado y nuevamente en el de esta misma semana. "Telefónica es un valor desesperante. Ahora mismo es imposible hacer pronóstico alguno fiable mirando su gráfico".
Cierto es que, "a corto plazo, Telefónica está bajista; en el medio plazo no hay tendencia de fondo y tiene con un comportamiento que no es propio de un valor en tendencia alcista sostenido". ¿Por qué? En palabras de Espín, uno de los motivos principales es que "la parte dominante del mercado que está en Telefónica no es un inversor particular. Hay un nivel muy alto de trading profesional, que es el que domina el valor. No entran grandes cantidades de dinero para quedarse poco a poco, sino para ganar haciendo trading, de ahí que cuando un minorista entra con visión a medio-largo plazo pueda salir mal parado".
Apostando contra Telefónica
De hecho, según consta en los registros de la CNMV los principales inversores de Telefónica son tres grandes grupos financieros, liderados por Blackrock, máximo accionista con el 4,98%.
Esta misma semana, y justo cuando los títulos de la multinacional estaban flaqueando, la británica Blackrock desvelaba una posición bajista de 28,8 millones de acciones en Telefónica, equivalente a un valor de unos 100 millones de euros a los precios actuales del mercado, un movimiento que desencadenó importantes ventas en la acción el mismo jueves, 9 de febrero.
Blackrock invertía apostando a la caída de Telefónica. Según algunas voces, "simplemente para cubrirse" (y hacer trading) y, según otras, "para presionar en favor de la salida de su presidente ejecutivo, José María Álvarez Pallete".
Motivos por los que la acción no sube
Con todo, cierto es que cada inversor, institucional o minorista, tiene sus propias razones y previsiones para vender, pero está claro que, a nivel de negocio, la inflación y las subidas de tipos, no es algo que favorezca a Telefónica. Además, “los hogares han ajustado mucho la oferta de las telecos, los consumidores se están quitando paquetes para mejorar su renta disponible o cambiando directamente de operadora”, explican en fuentes del mercado.
Con ello, los ingresos de Telefónica apenas crecen, mientras que los salarios para los empleados suben, lo que hace menguar los márgenes y tambalear la acción en el Ibex 35. De hecho, las subidas de Telefónica en el mes de enero se cortaron en seco cuando salió a la luz el incremento salarial del 7% por parte de la teleco.
Además, a los inversores también les preocupa que los dividendos no sean sostenibles y pueda haber recortes si los márgenes se contraen, con los costes disparados.
Por otra parte, la deuda de Telefónica, que hace a la compañía más vulnerable aún antes la subida de tipos, es algo que sigue pesando y mucho. En las cuentas de diciembre pasado, la deuda sumaba 28.918 millones de euros, una cantidad que la teleco está consiguiendo reducir con la venta de activos y que le debería ayudar a recuperar la confianza de los inversores.
... y por los que podría subir en el Ibex
No obstante, para conseguir a corto plazo un cambio de tendencia bursátil en el Ibex 35, Telefónica necesita algo más que reducir la deuda.
Un golpe de efecto importante lo podría dar, en este caso, la Comisión Europea, que tiene todavía pendiente decidir si da luz verde a la fusión entre Orange y MásMóvil, una resolución que de la que están pendientes las telecos hace meses, que claman por una consolidación del sector en Europa, algo que animaría también la cotización, además del negocio, de Telefónica, uno de los principales beneficiados, ya que España es uno de los mercados de mayor competencia.
Con todo esto, los expertos se muestran optimistas con el valor. Si tenemos en cuenta el consenso de las casas de análisis que recoge Reuters, la recomendación es mantener el valor y el precio objetivo de 4,49 euros, lo que supone un potencial del 28% para Telefónica en el Ibex.