En EEUU, primero de todo, está en marcha una clara recuperación económica. El empleo está muy por encima de las expectativas, el mercado inmobiliario está mostrando señales tangibles de recuperación, la construcción está mejorando, las matriculaciones de automóviles están al alza (un 10% más que en 2010), y los líderes empresariales se mantienen seguros. El crecimiento en las economías emergentes después de haber sido obstaculizado por las restricciones del crédito y las tensiones inflacionistas, sobre todo en India y Brasil, es posible que mejore sostenidamente con la ayuda de los bancos centrales que están empezando a flexibilizar la política monetaria. Respecto al continente europeo, el sur de la Eurozona está pasando por una gran reestructuración debido a los planes de estabilización, principalmente en España, Portugal e Italia. España por ejemplo, ha visto que su actual déficit por cuenta corriente se contrae desde los 10.000 millones de euros mensuales a los 1500 millones de euros.
La nueva operación de financiación a tres años a largo plazo que estableció el BCE a finales de noviembre ofrece tipos muy bajos para los bancos, similar a una inyección de liquidez, y constituye un verdadero paso adelante para la refinanciación de la banca. Sin embargo (y esta es la razón por la que los mercados aún no están satisfechos), esto condujo a que los tipos de interés bajaran sólo a corto plazo, con poco impacto en los tipos a largo plazo, especialmente en Italia. La razón de ello es que la introducción de la EBA de la deuda soberana ajustada al precio del mercado para evaluar la solvencia, ha hecho reticentes a los bancos a invertir en bonos soberanos. Por tanto la asistencia del BCE, que tiene como objetivo reducir los tipos a través de la intermediación de los bancos, no está funcionando tan mecánicamente como se esperaba y deja algunas incertidumbres respecto a la refinanciación futura de los gobiernos. La rebaja de Standard & Poor’s muy reciente de nueve países, incluyendo Francia y de Austria, ha intensificado esos temores. Aún así, las rebajas ya habían estado descontadas desde hace mucho tiempo con un diferencial de 120 puntos básicos entre Francia y Alemania, por ejemplo. Debemos recordar que en EE.UU, la reducción de su calificación no hizo subir los tipos de interés, sino todo lo contrario. No obstante, estas rebajas pueden acelerar las negociaciones en curso para encontrar una solución política a la crisis de la zona euro.
Este principio de 2012, se perfila por tanto impredecible para la mayoría de los agentes del mercado. Desde nuestro punto de vista, no debemos pasar por alto la habilidad del mercado de anticiparse como ocurrió en 2009, cuando éstos empezaron a recuperarse pronunciadamente en Marzo, anticipándose a las buenas noticias macroeconómicas que serían publicadas a finales de año. Si la economía da un giro en la primera mitad de 2012, continúa actuando bien en la segunda mitad y si los agentes se sienten seguros acerca de la efectividad de las medidas de refinanciación de los bancos y los gobiernos, creemos que los mercados podrían mejorar durante los próximos meses.
Didier Bouvignies and Philippe Chaumel, co-responsables de gestión en Rothschild & Cie Gestion