Iberdrola es noticia en esta jornada por doble motivo. Por un lado, porque esta es la última jornada para que los inversores puedan comprar acciones de la compañía y acceder al dividendo, que se producirá bajo la fórmula del denominado dividendo flexible o scrip dividend.

De esta forma, Iberdrola pagará a cada accionista 0,316 euros como dividendo complementario a los resultados de 2022, que ayer mismo confirmaba la compañía. Y se podrá hacer de tres formas diferentes. Una de ellas es el cobro en efectivo, que se abonará a los accionistas que lo hayan elegido el próximo 28 de julio.

Otra pasa por recibir acciones nuevas de la compañía como abono para los accionistas. Y una tercera, la venta de los derechos. De cualquier forma la solicitud del abono en efectivo hasta y que pedirlo antes del 20 de este mes, mientras que la asignación de derechos, que empezarán a negociarse desde mañana sin él, es de 37 acciones por cada título nuevo.

Iberdrola cotización anual del valor
Por otro lado, Goldman Sachs ha rebajado la calificación de Iberdrola desde comprar a la actual de neutral, tras lo que considera la firma estadounidense “una fuerte evolución en su precio”, la razón por la que rebaja su recorrido, ya que arguye que otras firmas lo elevan al 35%,  y ha dejado el precio objetivo en 13,20 euros por acción que supone un potencial para la compañía, cerca de máximos anuales, pero también de los históricos, del 11,5%.