Poco antes de abrir el mercado, Iberdrola ha comunicado sus resultados del 1S 2023, seis meses en los que la compañía ha alcanzado un beneficio neto de 2.521 millones de euros, lo que supone incremento del 21% respecto al mismo periodo del año anterior.
El EBITDA crece un 17% por las inversiones en redes y renovables, la normalización de las condiciones en Europa y la recuperación del déficit comercial en el Reino Unido, frente a un primer semestre de 2022 afectado por los elevados precios y una producción renovable anormalmente baja.
Por otro lado, las inversiones se incrementan un 8% en los últimos 12 meses, hasta alcanzar los 10.544 millones de euros -un 93% destinados a redes y renovables–.
Además, la energética del Ibex 35 ha comunicado su segunda mejora de previsiones para 2023. En concreto, prevé un incremento del beneficio neto cercano al 10% para 2023, excluyendo cualquier plusvalía adicional por rotación de activos.
Ignacio Galán, presidente de Iberdrola, ha señalado que “seguimos acelerando la ejecución de nuestro Plan Estratégico, con inversiones de más de 10.500 millones de euros en los últimos 12 meses, para alcanzar una Base de Activos de Redes de 40.000 millones de euros y 41.250 MW renovables instalados”. “Estos resultados confirman nuestra capacidad para ejecutar nuestros planes antes de lo estimado, incluso en el desafiante escenario macroeconómico actual. Y, para finales de año, esperamos un crecimiento del beneficio neto cercano al 10%, excluyendo las plusvalías adicionales por la rotación de activos”.
Crecimiento y solidez financiera
Por otro lado, se incrementa el flujo de caja hasta 5.731 millones de euros en sólo 6 meses: Incremento del 21% frente a los 4.734 millones del mismo periodo del año anterior excluyendo el cobro del canon hidroeléctrico.
La liquidez se sitúa en 20.300 millones de euros, cubriendo 21 meses sin necesidad de nueva financiación tras emitir 3.400 millones de nueva financiación verde.
El dividendo crece un 11,6%: Se sitúa en 0,501 euros por acción (+11,6%), alcanzando el suelo previsto para 2025 con dos años de adelanto.