Opa a DIA
Creo que sí hay que acudir. Llegó casi a los 7 euros, que fue cuando empezó a comprar Friedman. Cabría la posibilidad de quedarse en la compañía confiando en su futuro. Pero ya han dicho que pretenden sacarla de bolsa. Lo normal es acudir a la opa y dar por buenas las pérdidas o el dinero que se haya recuperado. Si uno no acude, en principio no pasa nada. Sigue habiendo un pequeño porcentaje que sigue cotizando. Pero entonces, uno asume los riesgos de qué pasará con la cotización al día siguiente de la OPA. El día que acabe el proceso de la opa, la cotización puede bajar o subir. Hay muchas incertidumbres, hay que hacer una ampliación de capital, hay que reestructurar el negocio.
Es difícil comentar eso. DIA ha sufrido un proceso de deterioro muy rápido e intenso en los últimos dos años. Detrás de ese deterioro hay factores objetivos. El negocio dela compañía ha pinchado, sus márgenes han caído, ha entrado en diferentes problemas financieros. La compañía está en riesgo de no poder hacer frente a sus pagos. Pasa en muchas compañías, puede ser un proceso limpio. Si ha habido algo más detrás, uno tiene derecho a pensarlo. Es un valor en el que ha habido muchas posiciones cortas, pero han sido transparentes. Muchos fondos vieron que la compañía podría tener problemas y lo han aprovechado. Uno como accionista tiene derecho a sospechar de eso y denunciar para ver si detrás de esas posiciones cortas había algo más.
En DIA hay dos cuestiones diferentes. No las dejaría ahí cuando acabe el proceso de la opa. Lleva un proceso burocrático. Llegará el día que se pondrá el proceso de aceptación. Eso lo tiene que aceptar la CNMV. Imaginemos que el proceso de aceptación es del 1 al 15 de marzo. Será ahí cuando se tenga que decidir. Ese último día tiene que tomar la decisión consciente de si acude o no a la opa. Yo con la información que tenemos ahora le diría que sí, que acudiera la opa. DIA está moviéndose por encima de 0,67. Esto quiere decir que cabría la posibilidad de que el mercado especule con la posibilidad de que vaya a subir el precio. Bien la CNMV, bien alguno de los fondos pueden estar descontento y digan que a este precio no vayan a vender. Como ahora no hay que tomar la decisión, que espere. Que se fije el periodo de aceptación, que entonces tendremos más información para tomar la decisión. Intentar informarse de cómo está la situación pero más adelante. Todavía no hay que tomar la decisión.
Efectivamente, es un valor complicado en el corto plazo, porque no tiene ahora mismo una tendencia definida y tiene unos movimientos muy amplios. Ha definido un rango muy amplio, soporte en los 9 euros, por arriba la zona de los 14,50 es la zona de resistencia más importante. Dentro de ese rango se mueve de forma más bien errática. Ha hecho el recorrido un par de veces. Estos movimientos laterales son difíciles de seguir en el corto plazo. Uno tiene que tener claro dónde poner sus límites a las pérdidas. Si es capaz de aguantar esos 9 euros que todavía están lejos, es más probable que se vaya a los 14,50 que se vaya para atrás. Más bien se está moviendo hacia arriba. Si no quiere aguantar una eventual caída a los 9 euros, buscar un stop intermedio, quizá en los 11,70 euros, en caso de confirmarse esta subida.
Está en el límite entre la suspensión de pago, la quiebra, de que alguien se la quede. Estamos en una lotería. Un día nos levantamos y parece que hay una solución, al día siguiente, de eso nada. Es un valor en el que no invertiría porque no podemos tener nunca una información exacta de lo que pasa ahí. Las decisiones se van tomando sobre la marcha y es imposible anticiparse a ellas. En esa situación está GAM. Lo único que puedo decir es que yo nunca recomendaría invertir en una compañía así, donde no tenemos el más mínimo conocimiento de cómo pueden evolucionar las cosas.
Es una compañía que ha entrado en problemas de deuda en estos últimos dos años porque el negocio no ha ido muy bien. Hasta el punto de que vienen los bancos y dicen que esto no se sostiene. Tubos reunidos tiene negocio.
No hay altas posibilidades de que termine como el Popular. Es preocupante el comportamiento que está teniendo en bolsa, significativamente peor que el del resto de la banca, cuando la situación para todos es similar. Algún factor que en el corto plazo puede estar influyendo. Es su situación en Reino Unido, le está dando problemas. Es difícil si se ve la cuenta de resultados, a priori no vemos nada muy diferente de la banca doméstica española. Es ese sentido, no veo que sea probable que vaya a acabar como el Popular. El volumen de mora, de provisiones, es muy diferentes, no tiene los riesgos acuciantes que tenía Banco Popular. A medio y largo plazo, esta deriva negativa podría hacer que Banco Sabadell no se mantenga como banco independiente pero eso no quiere decir que vayan a comprarlo a un euro. Con el proceso de consolidación que está habiendo en Europa, muchos bancos no van a sobrevivir de manera independiente pero eso no significa que vayan a quebrar. La situación es acuciante, pero no como la de Popular, en absoluto.
De alguna forma, la tremenda subida de que vimos en el año 2017/2018 que nos dejó un poco atónitos a todos, tenía cierta consistencia. Detrás de estas compañías, lo que hay es un modelo de negocio de crecimiento de energía renovable que tiene visos de ser sostenible en el tiempo y que interesa a los inversores. Tiene un plan de negocio de fuerte crecimiento. La energía solar en España cada vez interesa más. Eso sostiene su cotización. Hay que aguantar la volatilidad enorme. De 7 euros cayó a 3. Ahora está recuperando. Mi percepción de la compañía es positiva.
Declaraciones a Radio Intereconomia.