Grifols se hunde un 34,93% en el IBEX 35 hasta marcar 7,5840 euros al cierre del jueves, con su mayor caída anual, por encima de la registrada tras el informe de Gotham City Research. El valor, que había registrado fuertes pérdidas durante toda la jornada tras anunciar sus cuentas, parece haber recibido el toque de gracia a las cuatro menos cuarto de la tarde, tras una información del diario Expansión que asegura que una filial suya distribuyó en 2023 un dividendo de 266 millones de euros a Scranton. Así consta en las cuentas de 2023, que ha presentado sin la firma del auditor KPMG ni de James Costos, actual miembro del consejo de administración.
La farmacéutica relata hoy en sus cuentas que en la segunda mitad del año pasado, el holding de Países Bajos recibió un dividendo de BPC, compañía propiedad de Scranton pero que Grifols consolida al llevar su gestión y tener una opción de compra. “BPC Plasma ha distribuido un dividendo sin salida de caja compensando otros activos financieros no corrientes. El dividendo corresponde al resultado de los 4 ejercicios anteriores por valor de 266,4 millones de euros a su accionista Scranton Plasma. Dicha distribución ha tenido un impacto contra las reservas de las participaciones no dominantes del grupo”, explica Grifols en el texto recogido por Expansión.
En sus cuentas de 2022, el fabricante de hemoderivados indicaba que el acuerdo de financiación por el que BPC y Haema compartían su tesorería con Scranton tenía un tipo de interés del 3,75% y vencía en 2024. Según lo comunicado hoy en los resultados de 2023, dicha deuda (o buena parte de ella) habría sido cancelada mediante el pago del citado dividendo.
Es decir, el dinero ya lo tenía Scranton -como deuda ante BPC-, y ahora pasa a ser suyo como consecuencia del reparto del dividendo con cargo a los beneficios de esta empresa durante los últimos 4 años. Desde Grifols destacan en las cuentas que no hay movimientos de caja con esta operación. El año pasado, la empresa no repartió dividendos a sus accionistas.
Aunque las cuentas no aparecen firmadas por KPMG, auditor de Grifols, la empresa dice que se recibirá una opinión sin salvedades antes del 8 de marzo, asegura Expansión. James Costos, ex embajador de EEUU en España y consejero de Grifols, no firma los estados financieros, al haber estado “ausente por razones personales” en la reunión donde se aprobaron. Según la empresa, este administrador no ha manifestado oposición o disconformidad con la documentación.