Banco Sabadell pagará el próximo 1 de octubre un dividendo de 0,08 euros por acción que es uno de los pagos más elevados entre las firmas españolas y que es 5 céntimos superior al repartido el pasado mes de marzo, de 0,03 euros. Con este pago, la entidad desembolsará un total de 429 millones de euros (el 15 por ciento del total comprometido para los dos años y un 33 por ciento superior a la suma de los dos dividendos pagados en todo 2023).
El Director Financiero de Sabadell, Leopoldo Alvear, hablaba recientemente del compromiso de remuneración al accionista del banco (actualmente de 2.900 millones de euros, incluido un pago del porcentaje de los beneficios del ejercicio fiscal 24-25 y el exceso de capital) podría ampliarse para reflejar las últimas perspectivas de beneficios (el objetivo de ROTE mejoró en el segundo trimestre de >12% a >13%), que actualmente no se refleja en su objetivo de distribución.
Los pagos de dividendo de la entidad durante el año tendrían lugar 1) en octubre, un dividendo a cuenta de este ejercicio fiscal y de 0,08 euros por acción ; 2) durante la primavera de 2025 tras la Junta General de Accionistas (incluida la recompra de acciones suspendida por unos 250 millones de euros más, el dividendo final del ejercicio fiscal 24 de al menos 8 céntimos de euro por acción, y alguna distribución de exceso de capital). Es necesaria una Junta General de Accionistas, ya que las normas de absorción exigen la aprobación de los accionistas para cualquier distribución extraordinaria o cualquier acción que afecte al número de acciones.
Hasta que lleguen los próximos, los inversores que quieran disfrutar el dividendo de Sabadell el próximo 1 de octubre tendrán que tener la acción en cartera antes del próximo 27 de septiembre.
Lo cierto es que la entidad tiene varios retos por delante. Primero, el efecto que puedan tener las bajadas de tipos de interés en sus cuentas. El directivo de la entidad hablaba de que hay factores que compensarán el efecto que tendrá la reducción de los tipos de interés como un repunte de los volúmenes españoles más rápìdo de lo previsto inicialmente y un mayor crecimiento de los depósitos con saldos de efectivo depositados en el BCE con un empleo resistente, el aumento de los precios inmobiliarios y también debido a las principales medidas de gestión.
Además, está inmersa en la OPA con BBVA…para la que ambas entidades están lanzando distintas estrategias con el objetivo de frenar (en el caso de Sabadell) la operación. Sin embargo, el camino que queda es largo. Los próximos pasos a nivel regulatorio una vez que la CNMV dé el visto bueno, y ya con el aval del BCE, es que se publique el folleto de la operación y el periodo de oferta pública de adquisición comienza 5 días hábiles después (con una duración de 30 a 70 días).
Según Sabadell, si la operación se aprueba en la fase 1, la aprobación antimonopolio podría tardar entre 5 y 7 meses. Y si se aprueba en la Fase 2, podría llevar más tiempo (otros 5 meses), lo que desencadenaría también la Fase 3, en la que interviene el Gobierno. El Gobierno español tiene entonces 45 días para no decir nada, endurecer o suavizar la resolución antitrust.