El IBEX 35 ha cerrado con una caída de un 0,92% hasta los 7.989,60 puntos, encadenando su novena jornada consecutiva en negativo. El selectivo español se encuentra en su peor racha desde noviembre de 2017 (entonces fueron 10 sesiones a la baja) y cae en el año prácticamente ya un 8,5%.
Los mayores descensos del selectivo español han sido hoy para Solaria, cuyas acciones se han desplomado un 7,6%. Amadeus, Acciona Energías Renovables y Melia Hotels han registrado caídas de más de un 3%. Números rojos para os dos grandes pesos pesados del selectivo, Inditex e Iberdrola. En el caso del gigante minorista, encadena su novena sesión de descensos, las mismas que lleva el Ibex 35, lo que le ha hecho perder incluso por momentos su trono de compañía más valiosa de la Bolsa española.
Entre los valores que han logrado escapar de los números rojos, vuelven a destacar los relacionados con las materias primas. ArcelorMittal ha subido un 3%, por el 1,4% que se han anotado Repsol y Acerinox. También ha destacado Banco Sabadell.
En el resto de plazas europeas los números rojos también han sido la nota dominante. El EURO STOXX 50 ha cerrado con un descenso de un 0,91% hasta los 3.570 puntos, mientras que el DAX alemán se ha dejado un 0,59%. En París el CAC 40 cede un 0,83%. Mientras, en la mañana neoyorquina Wall Street sigue también instalado en el rojo, después de que el viernes sufriese un duro castigo con el DOW JONES y el S&P 500 retrocediendo en el entorno de un 3% y el Nasdaq dejándose casi un 4%.
La Fed y el BCE no aflojarán el ritmo
La clave de estas caídas hay que buscarla en la conferencia de Jerome Powell, presidente de la Fed en Jackson Hole el pasado viernes. El mandatario del organismo aseguró que “si bien las lecturas de inflación más bajas de julio son bienvenidas, la mejora de un solo mes está muy lejos de lo que el Comité necesitará ver antes de que estemos seguros de que la inflación está bajando”, ha advertido. Tras una serie de cuatro subidas consecutivas de los tipos de interés que suman 2,25 puntos porcentuales, Powell cree que “no es momento para detenerse o hacer una pausa”.
Un discurso, que dicen en Link Securities, tuvo la finalidad de devolver a muchos inversores a la realidad. “Así, en los últimos meses muchos de ellos habían apostado claramente por un escenario en exceso ‘optimista’, en el que la inflación comenzaba a ceder, el crecimiento económico, el mercado laboral y los resultados empresariales se mostraban resistentes y los bancos centrales comenzaban a plantearse ‘levantar el pie del acelerador’ en su proceso de alzas de tipos”.
“Ha sido la posibilidad de que el escenario descrito se cumpla lo que ha permitido a los mercados de bonos y de acciones occidentales recuperar una parte importante de lo cedido durante los primeros seis meses del presente ejercicio, por lo que, tras lo dicho por Powell, es normal que ambos mercados corrigieran con fuerza”, añade la casa de análisis.
Pero no es solo la Fed la que ha endurecido el mensaje, sino que en Europa los funcionarios del Banco Central Europeo (BCE) siguen un guion similar. Tanto el austriaco Robert Holzmann como su colega holandés Klaas Knot mencionaron la posibilidad de una subida sin precedentes de 75 puntos básicos en su reunión de septiembre. Isabel Schnabel, miembro del Comité Ejecutivo, advirtió que la probabilidad de que las expectativas de inflación se desanclen es incómodamente alta. Así, ha advertido de que los bancos centrales deben seguir luchando contra la inflación, incluso si eso lleva a las economías a la recesión.
El petróleo sube este lunes, ampliando sus ganancias de la semana pasada, ya que los posibles recortes a la producción de la OPEP+ y el conflicto en Libia contribuyen a compensar la fortaleza del dólar y las nefastas perspectivas de crecimiento en EEUU.
El crudo Brent avanza un 0,98% hasta los 101,59 dólares por barril, ampliando el avance del 4,4% de la semana pasada. El crudo estadounidense West Texas se anota un 3,23%, a 95,97 dólares, tras la subida de un 2,5% la semana pasada.
Los anuncios de los bancos centrales se dejan notar con fuerza también en los mercados de renta fija, siempre muy sensibles a la política monetaria. La rentabilidad del bono español de deuda a diez años aumenta hasta el 2,69%, elevando la primera de riesgo hasta los 119,05 puntos teniendo en cuenta un rendimiento del bund alemán del 1,50%.
Al otro lado del Atlántico, el bono de referencia a diez años paga ya un 3,10%, si bien el movimiento más notable es el del rendimiento del papel a dos años, que ha tocado máximos que no alcanzaba desde 2007 en el 3,48%.
Mientras, las palabras de Powell han llevado también al dólar a tocar brevemente nuevos máximos de 20 años frente a una cesta de otras divisas. El índice dólar, que compara al billete verde con una cesta de seis destacadas divisas, alcanzó un nuevo máximo de dos décadas en 109,48 unidades antes de retroceder ligeramente a medida que avanzaba la sesión europea. Y es que el euro logra recuperar algo de terreno y sube un 0,3%, a 0,9993 dólares, ya que los estrictos comentarios del BCE aumentan también las expectativas de una gran alza de tipos en septiembre.
En otros mercados, el Bitcoin intenta recuperarse y rebota un 1,82% en las últimas 24 horas hasta marcar 20.276 dólares después de que durante el fin de semana llegara a perder el umbral de los 20.000 dólares.
