Hoy las acciones de Banco Santander retroceden un ligero 0,16% a media mañana hasta marcar 3,1 euros dentro de un IBEX 35 que a la misma hora baja un 0,20%. El valor se encamina a su tercera sesión consecutiva en rojo, aunque en lo que va de año acumula una subida de un 12,8% que ha elevado su capitalización bursátil hasta los 51.000 millones de euros.
Desde el punto de vista del análisis técnico, el valor “baja tras toparse con los máximos del mes de mayo (3,25 euros)”, señala Diego Morín, analista de IG, por lo que “continúa dentro de un rango lateral, siendo el peor escenario una caída a los 3 euros”.
“Particularmente, veo a los bancos ahora mismo con un poquito más de desconfianza por todo el tema que hemos vivido, sobre todo en marzo”, apunta Javier Lorenzo, gestor de GPM. “Aunque es verdad que tocó más la parte de EEUU, al final está todo muy ligado, todo muy conectado”.
“Yo el sector bancario es un sector que ahora mismo prefiero no tocar, prefiero mantenerme al margen”, apunta este experto. En el caso particular de Banco Santander, Lorenzo avisa de que “si pierde la zona de 3,05 – 3,04 euros, que es el mínimo importante que hizo aquí a principios de mayo, sería preocupante”. “Mejor mantenernos al margen”, reitera.
Algunos medios internacionales apuntan a que algunos países europeos estarían exigiendo más capital a los bancos, con la activación o la intención de hacerlo del colchón anticíclico.
Alemania, Francia y Reino Unido estarían entre los países cuyos bancos centrales estarían estudiando la posibilidad de activar dicho colchón, mientras que en Islandia acaban de anunciar su activación estableciendo el máximo permitido del 2,5% (Noruega y Dinamarca ya estarían en ese nivel).
En España el colchón anticíclico está en el 0%, y por el momento el Banco de España no considera que las amenazas existentes sean suficientes para justificar la activación del colchón, señala Nuria Álvarez, analista de Renta 4, en una nota en la que recuerda que “en alguna ocasión hemos comentado que los ocurrido con SVB/Credit Suisse y las sucesivas bancarrotas de la banca doméstica en EEUU podría traducirse en un aumento de las exigencias regulatorias”.
“Consideramos que está decisión por parte de los distintos bancos centrales de activar el colchón anticíclico es una consecuencia de ello así como la incertidumbre a nivel macro”, señala la experta de Renta 4.
No obstante, Álvarez destaca que “la activación del colchón anticíclico no supone un riesgo para las políticas de dividendos en el caso de los bancos españoles dado que estos cuentan con unos niveles de capital elevados vs requerimientos (360 pbs por encima a cierre de 2022)”.
“Por tanto, la activación del colchón supondría una reducción de la diferencia vs requerimientos pero no una necesidad de acumular más capital”. “No deberíamos tener un impacto negativo en las cotizaciones por este motivo”, concluye Álvarez.