Bajo el nuevo esquema, dado a conocer en un comunicado aprobado por los 17 gobernadores del banco central, la Fed dijo que buscará una meta de inflación promedio de 2% en el tiempo y que compensará los periodos por debajo de ese umbral permitiendo un índice inflacionario mayor "por cierto tiempo".
De este modo, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, reveló un nuevo marco de pensamiento para el banco central que tolerará la inflación "moderadamente" por encima de su objetivo del 2%. La Fed también se comprometió a revisar esta política cada cinco años. En un discurso este jueves en Jackson Hole, Powell reconoció las dolorosas lecciones de la inflación galopante en la década de 1970, pero advirtió que la persistencia de una inflación baja durante los últimos ocho años corre el riesgo de nuevas dificultades económicas. "A muchos les resulta contradictorio que la Fed quiera impulsar la inflación", dijo Powell. Pero el jefe del organismo advirtió que la baja inflación conduce a una disminución de las expectativas de inflación, lo que tiene el efecto de "disminuir nuestra capacidad para estabilizar la economía mediante la reducción de las tasas de interés".
Además, dijo que se concentrará en evitar que el empleo caiga por debajo de sus niveles máximos establecidos.
"Nuestra estrategia revisada refleja nuestro aprecio por los beneficios de un mercado laboral sólido, especialmente para muchas comunidades de ingresos bajos y medios, y porque creemos que un mercado laboral robusto puede sostenerse sin causar un avance indeseado de la inflación", dijo el presidente de la Fed, Jerome Powell, en comentarios preparados para su discurso en el encuentro de jefes de bancos centrales de Jackson Hole.
En su discurso, Powell afirmó que cualquier avance significativo de la inflación en Estados Unidos sería moderado y no ocurriría por periodos extensos.
En momentos de una profunda crisis y cuando quedan meses para que los estadounidenses voten en elecciones presidenciales, el nuevo enfoque de la Fed constituye un reconocimiento de los cambios estructurales de la economía que empezaron mucho antes de la pandemia y ofrece una hoja de ruta sobre la forma en que conducirá su política monetaria en un mundo de crecimiento débil, baja inflación y tasas de interés en mínimos récord. La transformación de la Fed sobre la manera en que maneja su política monetaria podría resultar en periodos más extensos de tasas de interés más bajas de lo esperado, aunque el banco central no hizo ninguna promesa explícita sobre este punto.
Después del evento de esta semana y tras la reunión de política monetaria de la Fed de septiembre, las autoridades del organismo rector no volverán a reunirse hasta el día posterior a las elecciones presidenciales de noviembre.