A pesar de que hay muchos proyectos- sólo en España pasan 600 proyectos- como máximo, invertimos al final en cinco anuales porque “hay muchos que puedan ser viables pero que realmente no son invertibles”. A nivel mundial, con presencia en China, Estados Unidos y Latinoamérica “tendremos una media de 2.000 proyectos al año en los que invertimos en 10 en los tres continentes”.

Pero ¿qué filtros tiene que pasar una empresa para que decidan invertir en ella? Carpintier reconoce que el primer día “eliminamos la mitad de las peticiones porque no nos gusta el espacio, hay demasiados competidores, invertimos en la competencia o no nos convence el equipo”. A la otra mitad les piden que, en una sola página, definan el por qué su negocio va a tener éxito “y ahí se caen porque no saben muy bien cómo hacerlo”. A los 150-160 proyectos restantes les piden un plan de negocio “que analizamos y seleccionamos a los 70-80 mejores para que entre 25-30 pasen al comité de inversiones, que es el que finalmente recomienda al consejo de administración entre 5 y 7 compañías”.


En el capital “controlamos entre un 10-20%, dependiendo de la valoración. Estamos en el consejo, les ayudamos con algo de dinero –entre 50.00 y 150.000 euros- con los primeros clientes y, lo más importante, a mejorar su modelo de negocio”.

Entre los casos de éxito de este empresario, a nivel personal ha participado “en tres de los cinco éxitos del internet español, con lo que el porcentaje de llegar a buen fin es interesante”. Es lo que han hecho en compañía como Tuenti, BuyVip o Xplain en Estados Unidos “pues es un entorno en el que hay oportunidades muy interesantes”. Pero ¿hay algún proyecto del que se arrepiente? “Me arrepiento de dos o tres en los que me ha convencido el emprendedor y me ha engañado el concepto que yo tenía del mismo. No ha sabido crear equipo y eso ha sido uno de los factores que ha provocado el fracaso de la inversión”.

La inversión inicial para invertir son 50.000 euros, “la ventaja que tenemos es que muchos entran en DAD con la inversión mínima y quieren co-invertir con nosotros, de hecho de los 86 inversores hay más de 20 que han decidido invertir con nosotros directamente en empresas participadas por DAD”.

En cuanto al perfil de riesgo, este experto reconoce que las inversiones por internet son de alto riesgo. Eso no hay que olvidarlo. Pero, eso sí, hay que tener en cuenta que la ventaja que tenemos es que el portfolio está muy diversificado. El riesgo que se asume es el dinero que se invierte, porque la inversión la hace DAD y lo que da es la oportunidad de co-invertir cuando hay oportunidades en las empresa en las que invierte. “Estamos en momentos en los que es bueno tener inversiones en tres continentes, algo que hemos conseguido a lo largo del tiempo”.
Para retornar la inversión “siempre hablamos de, como mínimo, cinco años. Sin embargo, hasta 1998 el período de desinversión medio de las compañías en internet era de 3.5 años, y ahora está en 7 años. En las que hemos desinvertido lo hemos hecho en cuatro años y creo que cinco o seis años es un buen margen”-

La crisis afecta a todo el mundo pero nosotros generamos empleo. En los primeros cinco años, con unas inversiones de menos de 4 millones de euros hemos generado más de 1.000 empleos. Es decir, tenemos compañías que debido a la crisis están más o menos estables pero también algunas que van a duplicar su personal este año.

Sobre la expansión internacional, Carpintier reconoce que “al estar en Asia con 14 participadas, en USA con 3 y Latinoamérica con 5, nos queremos centrar en las que tenemos. Más de 40 inversiones en los tres continentes y en los tres-cuatro años, hacer desinversiones”.

Una de las cosas por las que tenemos un gran socio en EEUU es salir a bolsa, que DAD valga un dinero suficiente como para que se pueda sacar al Nasdaq, lo que supondría cumplir con todos los requisitos e implicaría unos gastos adicionales que, sin duda, merecerían la pena.