Se tiene que mirar mucho el discurso en el que Bernanke informará a los inversores del proceso de retirada porque una retirada drástica supondría quitar todo el dinero que está impulsando la tendencia americana y tiene que ser muy gradual, en el sentido de que el mercado sea capaz de absorber todo el dinero que está entrando en el mercado. Volatilidad habrá pero tiene que ser gradual. Si el mensaje informa de que poco a poco se retiran los estímulos, será menos malo para el mercado pero es lógico pensar que siempre será negativa esta noticia para la bolsa.
Las medidas que han tomado los bancos centrales son muy cortoplacistas y sabemos el error que causó en el crack del 29, estamos en una situación similar pero no sabemos las repercusiones que esto tendrá. Hay algunas que están claras, como la burbuja a la que estamos asistiendo en el mercado de acciones, en tanto que en Europa son medidas que están sentando las bases para una economía que debería ser muy sólida en las próximas generaciones. Tardará pero no cabe duda de que a veces sufrimiento en el corto plano nos permitirá una economía más solvente en próximas generaciones.
El mercado de renta variable se mueve en base a dos factores: cantidad de dinero que hay en el sistema y la psicología del inversor. Cuando la situación crediticia se expande, lleva al ahorrador a tomar posiciones en la renta variable. Actualmente estamos en una situación en la que el ahorrador americano invierte en fondos monetarios, fruto del pánico que se ha instaurado en la sociedad, y estamos viendo que 700.000 millones están invertidos en este activo, la misma cantidad que Bernanke puso durante el primer QE. Si ese dinero entra gradualmente en renta variable, podríamos ver un solapamiento o al menos un mantenimiento de la tendencia. Pero no podemos olvidar que la bolsa americana ya está una una fase de burbuja por lo tanto ojo, que todo lo que venga es alimentar una burbuja que podría tener unas consecuencias muy peligrosas.
La bolsa americana cotiza a un per de 18 x, el sector financiero sigue cotizando con una pérdida de capitalización increíble respecto a los máximos de 2007. Citigrup por ejemplo capitalizaba en 2007 225.000 millones y hoy en día ni siquiera está en el Dow Jones. A pesar de ello, estamos en máximos históricos lo que deja la lectura de que los mercados están carísimos. Hay que hacer caso a la tendencia pero buscamos estrategias concretas.
2004 fue un año muy volátil, complicado pero después del verano vimos un rally que daba continuidad a lo que vimos en el año 2003. Este año me recuerda a ese ejercicio pero tenemos que tener en cuenta que venimos de una crisis en la que se ponía en duda la existencia del euro y creo que estamos en condiciones de que el Ibex debería mantenerse entre 7700-8800 puntos y si vemos una ruptura al alza podría seguir habiendo subidas. Si pierde los 7800 puntos implicaría una debilidad en el mercado que hay que valorar.
El euro dólar es muy complicado. Estamos viendo una gran debilidad del dólar respecto a otras divisas y ese capital ha salido del euro para buscar refugio en otros países, con lo que sus divisas han subido. El primer indicador de confianza son las divisas. Vamos a ver una reversión cuando el inversor comience a ver que el riesgo de ruptura de España y del euro no son coherentes, lo que podría dar impulso al euro. El caso del dólar es diferente, porque estamos en ese reequilibrio de lo que harán los bancos centrales.