En principio, solo saldrá a bolsa un 10% de la compañía, un porcentaje que saldrá de los bolsillos de Fiat que, en la actualidad, controla un 90% del fabricante de coches de lujo. El otro 10% está en manos del hijo del fundador, Piero Ferrari y que, por el momento, no ha mostrado interés en vender ni una de sus acciones.

Tras esta OPV, en enero del próximo año, los accionistas de Fiat recibirán una acción de Ferrari por cada una de la matriz. Es decir, que si quisiera participar en la salida a bolsa, quizá sólo le bastase con entrar en la automovilística italiana.

Si no hay cambios de planes, se espera que el debut se produzca este mismo mes de octubre, aunque por el momento no se conoce ni la banda de precios iniciales, ni se ha producido el roadshow, ni nada. Habrá que esperar y ver si la operación no se frustra. Por ahora sólo sabemos que operará en el NYSE.

Cuando debute en bolsa la escudería del “cavallino rampante”, lo hará una empresa que, según su actual presidente, estaría valorada en unos 11.000 millones de euros. Eso sí, esta afirmación se hizo el pasado verano, antes de que hubiera estallado el escándalo de Volkswagen que tanto daño ha hecho a la industria automovilística europea.

A estos precios, los expertos calculan que la compañía está valorada a 37 veces ventas, muy por encima de la media del sector. La compañía obtuvo unas ganancias de 275 millones de euros el año pasado gracias a unas ventas de 2.760 millones de euros.

Por si fuera poco, la mayor parte de valor vendría de su propia marca. Tal y como puede verse en el folleto, la empresa cree que sólo el fondo de comercio y los intangibles -es decir, algo que no se puede contar, ni tocar con las manos), vale más que todos los activos de la compañía, como edificios,coches, maquinaria…

Lujo

Uno de los problemas que ven algunos expertos es que estas cifras no van a ser fácilmente mejorables, sobre todo porque Ferrari se vanagloria de su característica de exclusividad. Es decir, ellos explican una y otra vez, que no son solo una compañía que fabrica coches, sino que es una marca de lujo. Tanto lo han querido especificar que en el folleto de salida a bolsa que está inscrito en Wall Street, la palabra lujo se repite más de 150 veces, según han contado en Business Insider.

Y esto es, precisamente, lo que quiere vender la empresa italiana. Son una marca de lujo que, como mucho, podrían pasar de vender unos 7.225 coches cada año como en la actualidad a unos 10.000 en los próximos años. Es decir, no mucho más.

Hay expertos que creen que la mejora de los beneficios podría venir de la mano de una nueva línea de coches aún más exclusiva y de la comercialización de su marca mediante licencias para vender desde cualquier producto a parques de atracciones.

Además de la crisis de Volkswagen, a la compañía también le podía pasar factura el momento errático y la falta de apetito de los inversores de renta variable en Estados Unidos.

Por si fuera poco, a Ferrari este año no le va muy bien en el terreno de las carreras. El equipo en el que pilota Fernando Alonso va segundo en la calificación del mundial de constructores, pero tan lejos de Mercedes que parece que Ferrari no va a tener muy fácil ascender al primer puesto.

Precisamente, en el folleto de la OPV, los colocadores de Ferrari han señalado a su evolución en la Fórmula 1 como uno de los principales problemas que puede tener la compañía en bolsa. En concreto explican que dependerá del “éxito que tenga el equipo de Fórmula 1 y los gastos en los que se incurra”.

Entre otros problemas también destacan su estrategia de poco volumen, los cambios en las preferencias de sus clientes, un aumento de la competencia en el segmento del lujo de la industria del automóvil.

Ferrari, lujo


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