Apenas dos semanas antes se había producido la quiebra de Lehman Brothers y algunos sectores se venían abajo como un castillo de naipes. No eran sólo los bancos; ante el abismo se encontraba la industria automovilística, la aseguradora y los propios ciudadanos.
El 1 de octubre de 2008 aprobaba esta ley, con una cantidad que los mercados no sabían aun si sería suficiente, o no para evitar que el país se viniera abajo.
Con el tiempo, la ley Dodd Frank reduciría ese importe a 475.000 millones de dólares. Un dinero que los ciudadanos del país pagaron con sus impuestos para salvar a varias industrias y que hoy algunos inversores como Warren
Buffett, o el secretario del tesoro de aquel momento, Hank Paulson, consideran que fue crucial para que hoy se pueda decir que el país está ante una sólida recuperación. (Ver noticia)
Con los datos que proporciona la propia administración se puede decir que a día de hoy, los contribuyentes norteamericanos ya han hecho negocio con el TARP. En concreto, a falta de recuperar el importe puesto en algunos programas, la hacienda pública ha obtenido un beneficio de 900 millones de dólares. Y aun queda por recuperar dinero de algunas inversiones, como la realizada en General Motors.
De todos los negocios, el más rentable fue el programa destinado a restablecer el funcionamiento del mercado de crédito.
Crédito
En total se destinaron 20.000 millones de dólares en tres programas y a finales de agosto de este año se había obtenido un beneficio de 13.000 millones. En total, ayudar a que fluyera el crédito ha tenido una rentabilidad del 53% para los ciudadanos, por no hablar de las empresas y los negocios que se beneficiaron de las líneas de ayudas puestas en marcha por el gobierno.
Bancos
Para salvar a los bancos se emplearon 245.000 millones de dólares y a estas alturas y a falta de recuperar parte de la inversión realizada, ya se han obtenido ganancias por un importe de 27.600 millones de dólares, casi un 10%.
(Banco intervenidos, un buen negocio para los estados)
Aseguradora
El rescate de AIG, la mayor aseguradora del mundo, en la que emplearon 80.000 millones de dólares ha obtenido un resultado positivo para la compañía de 23.000 millones de dólares, es decir, un retorno de casi un 28%.
Vivienda
Sin embargo, no se han tenido retornos económicos de los 8.000 millones de dólares destinados a que los ciudadanos no perdieran la vivienda, o tuvieran un fácil acceso a ella. Este programa si tiene cifras, aunque no económicas, sino humanas. Con este dinero se ha ayudado a 1,7 millones de personas.
Automóvil
Por último, en la industria automovilística se emplearon algo más de 90.000 millones de dólares para rescatar a Chrysler y a General Motors. Con la última, aun quedan unas inversiones de las que se podría sacar dinero. En total se invirtió 51.000 millones de dólares y se han recuperado 34.500.
En Chrysler se gastaron 12.500 millones de dólares y, según dice la propia administración se van a quedar sin recuperar 1.300 millones con esta operación.
Eso sí, si se tiene en cuenta que según afirman muchos expertos esta intervención permitió salvar más de un millón de empleos en el sector.