El Ibex cede posiciones después de establecer un nuevo máximo anual en 9.588; nivel próximo a la directriz bajista de largo plazo que une los máximos del ejercicio 2017 y 2018. Un comportamiento que activa señales de venta en los osciladores de precios con datos diarios que vienen respaldadas por divergencias bajistas. A la vez, asistimos a un giro