La inflación irrumpe en escena y supone una losa para los presupuestos familiares. La pérdida en la confianza en los consumidores / familias / ahorradores es evidente y daña sus expectativas de consumo. Gobiernos y bancos centrales saben que la política de monetización de la deuda pública es incompatible con la lucha contra la inflación y tienen que comenzar a equilibrar sus