Las últimas dosis de compras de activos de los bancos centrales han conseguido frenar la desaceleración económica y la probabilidad de recesión se reduce. El apoyo de las autoridades monetarias es global e incondicional y evita cualquier corrección en los mercados. Sin embargo, las nuevas inyecciones monetarias son insuficientes para impulsar la economía mundial que también se verá afectada por