El S&P 500 marca nuevo máximo histórico en 3.645 puntos y vuelve a estabilizarse a corto plazo. Las divergencias bajistas se acumulan en los osciladores de precios y reflejan una pérdida de momento positivo mientras que el volumen comienza a replegarse y la volatilidad permanece en niveles elevados. El impulso alcista desarrollado desde mínimos anuales continúa mostrando signos